46 AÑOS
Yo que aún no llego a la mitad de mi vida, entiendo que ésta
me dá la razón una vez más
Me veo en otros hombres, en otras actitudes, cuando no fui
comprendido
Y no busqué la comprensión: las convicciones no buscan
protagonismo
46 años para saber que estoy en lo correcto
Que estoy con quienes debo estar, que el amor lo tengo a la
mano sin otorgar derechos
Que mi soledad es agradable y no quiero compartirla con
quien no la entienda
Que las horas son plácidas sin que haya alguien que joda
Que tengo el tiempo necesario para meditar lo que debo
escribir y así es mejor
Que no necesito de una cerveza o drogas ni gente que me
apruebe
Nadie que te estime de verdad te dará drogas en las bebidas
para que seas un sobreviviente
Yo elijo qué ponerme, qué ropa usar y con qué mujer
acostarme
De preferencia las muchachas veinteañeras que son más ágiles
en la cama.
Elijo también con qué amigos filosofar, si acaso yo sea mi
mejor amigo
No soy tan tonto como para cometer los errores que antes
cometí por confiar
Ni tampoco escribo con el afán de que pagues por lo que
escribo.
No me tatué los versos de un poeta para tener permiso para
existir
No pedí nunca permiso a nadie para decir lo que pienso
Nunca me he quedado donde hay gente que no me agrada
Ni tampoco pretendo cambiar a las personas,
Cada quien tiene su propia forma de ser y no pregunto cómo
pagaron para llegar donde están
Fumo mis tabacos mentolados donde a nadie molesto
Y no me esperan demandas de alimentos por mujeres que no he
embarazado
Y tengo a mi alcance las muchachas que desee
Y soy complacido en mis perversiones consentidamente
Porque sé qué muchachas gustan de hacer el amor como a mí me
gusta.
Tristemente veo cómo la razón se me otorga al ver morder el
polvo de quienes quisieron mi ruina
Y en ello no soy egoísta porque aprendí a no intervenir en
los errores de los demás
No he conocido a nadie tan vil y astuto, sea varón o mujer
que no tiemble el día siguiente
A mi país le han quitado su mar y eso me hace recordar cuando
llamé a doblar las campanas
Hace unos años atrás, en defensa de La Patria y, nadie me
hizo caso:
Pedían otra patria, con otra bandera y otro territorio y un
mercado propio.
Entiendo que nada dura definitivamente, mas aún no he
llegado a la mitad de mi vida
Y lo que aprenda sea más preciso en mis memorias donde siga
impoluto
Porque no me verás del lado de los ladrones ni tampoco en
medio de la miasma.
Es cierto, he cometido errores que ya no recuerdo
Mas no guardo culpa en ellos, me sé, me conozco y en
paralelo con el mundo
Son nadas, insignificancias ante quien conoce bien al ser
humano.
¡Ah, noche plácida y tranquila, sin tristezas ni deudas!
Lo mejor de mí solo lo doy a quien lo merezca
La gentileza en mí es educación, no hipocresía.
¡Cómo ha pasado el tiempo mientras escribo serenamente!
No los vi a ninguno de ustedes en el desfile de las Fuerzas
Armadas del último 8 de octubre
Eran las Fuerzas Armadas y yo y nadie más cantando el Himno
Nacional
Cantando el Himno de la Marina de Guerra del Perú,
Las apenas 20 personas restantes creo que no sabían qué se
conmemoraba
Miguel Grau me deja una lección con más de 100 años de
sabiduría:
Entregó su vida por nada, porque al país lo rematan los que
gobiernan
Y tú estás callado porque tienes el estómago lleno y haces
el amor con tu mujer
Y piensas: ¡que se jodan los demás, yo soy primero!
¡Patrioterismo!, gritan los que ganan con todo esto,
mientras la prensa calla
Los candidatos a las elecciones callan, los cantantes
callan, los poetas callan
Mario Vargas Llosa calla y el Perú es apenas la voz de unos
cuantos cientos de pescadores
¿Doblarán esta noche las Campanas de La Catedral?
No escucho nada desde aquí, nadie dice nada.
El Mar Peruano ya no es nuestro y, unas pocas familias ya
están sacando cuentas
Fortunas cuantiosas, gente que les llevará el amén porque
les darán trabajo
Y los otros millones de peruanos cada quien en sus círculos cerrados
Esperando a algún loco que preceda a Grau
Para cien y algo de más años después, sea otro héroe por el cual se
ignore, su vida entregada
Porque no te vi el 8 de octubre aquí en esta ciudad
Si acaso éramos a lo mucho 20 personas
Y solo las Fuerzas Armadas y yo, cantamos a todo pulmón el
Himno Nacional
Y el Himno de la Marina de Guerra del Perú
Mientras tú seguro te drogabas o estabas ebrio o te dejabas
corromper o corrompías
Que esta noche, El Arte Peruano ha muerto
Y yo te lo recordaré por el resto de mi vida
Si acaso aún no he llegado a la mitad de ésta.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco
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