EN OTRA PARTE






Cuando sientas los modales de las personas serias
Cuando la vida sea liviana y precisa para escribirla
Y ya no necesites de nadie
Cuando comprendas la naturaleza del silencio
Y en ojo atento veas a los que aún luchan contra sí mismos
Y en afable trato encuentres amigos que solo quieren eso: ser amigos
Cuando la muchacha te ame sin pedirte que seas suyo para siempre
Cuando tu espacio propio no sea más soledad y estés complacido
Cuando la noche huela a sexo de mujeres y eso sea motivo de celebración
Cuando estés listo para recorrer el mundo y sepas qué es maravillarse
En otra parte
Dirás, la vida ha existido
Donde el que fue enemigo solo quería ser aceptado
Y la que te odió ni fue entendida ni tú tampoco.
No hay hora que sea dueña del tiempo
Los años son lecciones donde los suicidas maduran y se hacen fuertes
Un tabaco mentolado y el privilegio para escribir
¿Amor?, las muchachas esperan la llamada
¿Dinero?, que sea poco o mucho, a los 46 años, carece de importancia
Tiene más valor las carcajadas compartidas
O las risas que son conquistas cuando todos los rituales fueron superados
Pienso en las noches aplazadas para el placer
No tengo prisa en ello, la experiencia te dice que las peregrinas siempre estarán allí
Los homenajes a la libertad son duros desde la experiencia vital
Así pocos pueden escribir como yo
En otra parte están seguramente los que anhelan épicas noches
Que sin duda han de encontrar
De mis leyendas, puedo escribir lo que escribe el satisfecho
¿Has visto el amanecer escribiendo con sumo deleite?
Yo escribo para recordarte lo que otros se empeñarán que olvides
El éxito a veces es estar haciendo lo que a uno le gusta sin que necesariamente seas rico
Todo lo puede tener el dinero
Menos el sueño hecho realidad.
Y el sueño se hizo realidad, estimados lectores.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor

Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco


Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO