HISTORIAS DE HOTELES, HISTORIAS DE AMANTES





Sintieron, 
Las ansias dejaron de ser misterio conmigo
Fueron mujeres en mis brazos
Alcanzado el sueño volaron entre mis besos sobre sus cuerpos
Y fui el que enseñó los caminos para volver a empezar.
Nunca dudaron en entregarme sus almas
Así de felices en los lechos cuando aparecí
Mi nombre era el amor a voces fuertes
Entre suspiros anhelantes que fueran un millón de caricias
Encontraron la vida en mí y eso era suficiente para que me regalaran todo.
Las muchachas tristes querían ser de alguien que supiera amar
Fuego eran mis ojos cuando se estrellaban en sus cuerpos
Mujer era algo que resonaba en sus oídos al momento de amar con insistencia
La fuerza con que se estremecieron mientras cantaba canciones
Precisas para hacerlas sentir mujeres
Eran horas donde rendimos tributo al amor y el amor era yo.
Largas las noches, me esperaban para escapar de los días
Donde ya no había sensaciones nuevas
Te quieros, te amos, lechos destruidos, sudores enloquecidos
Las muchachas eran mucho más que cuerpos
Eran templos donde me convirtieron en un Dios
El beso que era prohibido los arrebatada y eso era como el nunca jamás
Reencontrado el amor la vida volvía conmigo a empezar
Porque cuando los corazones lloraban en ese momento mis pasos fuertes llegaban
Y entonces la vida era el placer donde todo fue permitido
Explotaron en mis brazos hasta sentirse mías como cuando se quiere sea para siempre
Las ansías violentas cuando mi cuerpo las dominó
Prometieron las nuevas primaveras donde el amor era una esperanza que fue dada por perdida
¿No me regalaron sus almas sin duda alguna mientras sintieron la fuerza con que las amé?
Así fue el hombre y las muchachas
Las historias de hoteles, las historias de amantes.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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