NADIE PUEDE EVITAR EL FILOSOFAR
Porque filosofa el preso, el loco, el hambriento y el libre
Cuando se cuestiona ¿por qué yo?
Filosofa la mujer cuando queda embarazada
Cuando el joven enamorado quiere explicar en cartas lo que
siente
A ver, si no me entienden
Filosofa el obrero, el delincuente y el burgués,
El hombre que va a morir y hasta el hombre que es feliz
No hay hombre y mujer en este mundo que no haya preguntado:
¿por qué yo?
Filosofa el ebrio en los bares
El hombre que consume drogas
El enfermo postrado en la cama
El anciano cuando ve acabarse su tiempo
La mujer que tiene orgasmos
La frígida también,
El solitario y el lleno de vida
El que camina por la carretera y contempla el firmamento
El que está en los mercados y cuenta su dinero
El cantante que escribe una nueva canción
El político antes de volverse corrupto
El Rey cada noche antes de que otro pruebe su comida
El niño que quiere saber de dónde venimos
La muchacha menarca y la que aborta
El que nunca ha leído un libro, o por el contrario el
erudito.
Todo es un constante filosofar
Frente al mar o en el campo
En los días de sol o de sombría
Es grato filosofar mientras llueve dicen muchos
Mejor aún para las muchachas cuando contemplan las noches de
Luna.
Porque no hay ser humano satisfecho que deje de preguntarse
siempre: ¿Por qué yo?
Que si bien, las preguntas son las mismas
El tedio es insoportable ante la carencia de respuestas
Que si bien filosofar es de sabios
La única sabiduría que conocemos todos son solo preguntas
sin respuestas
Que llenan libros, nada más.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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