ESTAFAS POR CELULAR USURPANDO IDENTIDADES

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Una de las modalidades que utilizan los criminales es utilizar el número de celular desde el chip de un familiar cercano para hacer llamadas constantes que se cortan, con el fin que sea apagado el receptor de llamadas como del equipo celular desde donde son enviadas las llamadas automáticamente, es decir, mi persona en este caso y el familiar que ve cómo sin realizar las llamadas, estás se realizan solas, ante las constantes llamadas que son enviadas desde el celular del familiar cercano a uno mismo.

En esto es muy importante la comunicación, el que los integrantes de la familia estén enterados de la modalidad de estafa para pedir dinero ante posibles secuestros, extorsiones e intimidaciones donde los estafadores llaman luego desde  otro celular pero siempre con el mismo número del familiar, aclarando que por las insistentes llamadas, uno se ve obligado a apagar el celular del familiar cercano a las 11:35 p.m. como ahora, para que estos delincuentes luego, aprovechándose que el familiar tiene el celular apagado, extorsionen a otro familiar cercano, pidiendo a cambio, fuertes sumas de dinero, a cambio de supuestos hechos donde peligra el familiar en mención pero con la extrañeza que se llama desde el número del familiar para no dejar duda alguna que es real lo que supuestamente está ocurriendo.

Mi servidor es Claro, siendo este servidor de telefonía de celular vulnerable por lo comprobado ya que, han violentado el chip del celular del familiar en mención, estando todos reunidos y prevenidos ante estos delitos de estafa.

¿Para qué las llamadas constantes desde el chip que son cortadas inmediatamente?, para obligar a apagar el celular del familiar en mención y así, al momento de extorsionar a otro familiar, el delincuente al llamar desde otro  de celular a la vez que se da la extorsión, verifique que la supuesta  víctima en cuestión está llamando desde su mismo celular, por más increíble que parezca, porque pueden usar el chip y hacer llamadas desde otros  celulares con el mismo número mientras el celular ya fue apagado.

Estas modalidades de extorsión, estafa, por parte del Crimen Organizado o personas que tienen a su acceso, la tecnología que se requiere para hacer llamadas desde el mismo chip del celular , desde otro celular, al enviar llamadas con el número violentado, evidencia la fragilidad de los servidores de telefonía celular, como es el caso del servidor Claro que puede ser vulnerado con facilidad ante desprevenidas personas a las cuales se les sorprende con intimidaciones que hacen pasar ascuas a las víctimas que desconocen de estas modalidades de estos malos elementos que  saben fingir la voz de los familiares en cuestión, haciéndose pasar por policías, pidiendo sumas de dinero a cambio de arreglos policiales ante hechos que no son reales pero que por sus capacidades histriónicas y veracidad impactante, hacen dudar a las víctimas sobre la seguridad y protección de la persona a la cual se le ha usurpado el número de su celular, siendo así que al momento de contestar a las llamadas, figure con el nombre agendado del familiar, no dejando dudas ante una estafa.

¿Quiénes manejan esta tecnología que deja en descubierto que el servidor de telefonía de celulares como Claro, no brinda garantías ante flagrantes delitos como el mencionado a esta hora, siendo ya casi medianoche, donde el acoso y daño moral como psicológico podría mellar en la salud de personas que podrían sufrir de traumas severos?

Realmente esto es serio y está sucediendo aquí en la ciudad de Arequipa, porque pueden llamar a cualquier familiar suyo desde el número de celular de algún pariente suyo, donde el procedimiento es el de siempre: alguien que se hace pasar por la Policía, que llama desde el número del celular de un familiar cercano, para pedir dinero a cambio de salvaguardar la vida de un familiar que está en aprietos y pronto a entrar a prisión por la muerte de un inocente en defensa propia, ante el ataque de  delincuentes que estos hampones haciéndose pasar por la policía, afirman que le  robaron a la víctima, provocando que en defensa propia, un tercero inocente perdiera la vida.

Lo cierto es que no hay seguridad desde los celulares con los que contamos y que los que manejan esta tecnología, para realizar este tipo de extorsiones y estafas, pueden entrar al mismo chip de la persona que supuestamente está en aprietos y que quien recibe las llamadas, hará cualquier cosa para conseguir el dinero solicitado, para salvar a su familiar de una condena por parte de Fiscales en espera de alegatos policiales donde deba procederse a una inminente cárcel. El procedimiento es manipulador porque el policía habla de prisión inmediata mientras que la persona que imita al familiar para acometerse el delito, llora y pide auxilio, rogando colaborar con el policía que solo quiere negociar para que no entre en prisión el familiar supuestamente atrapado en circunstancias propias de un infierno.

La realidad es que en Arequipa ya no estamos seguros, tienen nuestros chips y esto le puede pasar a cualquier ciudadano de esta ciudad que es la segunda más importante en Perú.

La pregunta es: ¿cómo tienen acceso a tal tecnología?, ¿quiénes están  detrás de todo esto? ¿Por qué no se hacen boletines informativos sobre esto por los medios de comunicación sea televisión, radio o prensa escrita? Porque la próxima llamada puede ser para usted y, al ver que quien llama es un familiar suyo con el número del celular que lo identifica, no le quede duda que es real.

Por lo pronto, las personas afectadas optamos por apagar el celular, porque las llamadas son insistentes y, eso es lo que quieren estos delincuentes, que se apague el celular del familiar, para ellos, hacer uso de su número y proceder con la extorsión o estafa.

¿Qué hace la División de Delitos Informáticos de la Policía al respecto que sabe del proceder de estos delincuentes? Nada, la respuesta es nada, porque estas estafas llevan años en Perú y, las Fuerzas del Orden no han hecho nada para detenerlos a sabiendas que la tecnología que utilizan estos criminales vulnera el chip de las víctimas.

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Escritor

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