EL ESCRITOR QUE NO QUIERE TRANSAR CON NADIE
No, no es tan simple Mauricio, es
que eres muy complicado, jodidamente complicado, algo raro para tus casi 47
años, los escritores frontales que no negocian su discurso con nadie son los
que han de ser records de ventas después de muertos, pero tú no te vas de donde
vives y, lo denuncias todo, es que eso es lo ideal, lo esperado, pero,
¿comprarse pleitos para ser en éxito en ventas? Espera, saqué un cigarro del
bolsillo interior de mi casaca y apunté con claridad: no se trata de ser un
éxito en ventas, es solo lo que pienso, ¿se llaman convicciones, no?, porque si
quieres publicarme, no pretendas sesgar mi discurso, si va a ser así, prefiero
no ser publicado. Pero Mauricio, todos los escritores que hemos publicado han
aceptado nuestras condiciones, tú escribes diariamente y queremos publicarte. Lo
que quieren es silenciarme y pasarme para el lado de ustedes, ¿crees que no soy
consciente del alcance de mi discurso?, ¡claro que sé de su alcance!, sé
también que mi vida puede convertirse en una pesadilla, porque lo es para todas
las personas públicas, al menos las íntegras que van por la libre y no
ambicionan ganar premios que les permitan ser reconocidos mundialmente, lo que
ves es lo que hay y ésa es mi voz, no pienso transar solo para ser publicado y,
mira que he rechazado ofertas muy superiores a lo que puedas imaginar, porque
no necesito estar en un libro en físico, con mis largos nombres y apellidos:
Julio Mauricio Pacheco Polanco, porque es difícil de memorizarlos, ¿no?, pero
pasa que mi procedencia me permite llevar la vida un Escritor Libre que no
quiere ser publicado o que ve en las redes sociales otra manera de difusión de
mi librepensamiento, porque el resto me lo sé de memoria: “dar discursos tontos
en Ferias de Libros Internacionales" donde deba estar con el libreto aprendido
para no ser querellado injustamente, si es que debo tener bien en claro que de
cada 5 palabras que diserte, 3 mínimo serán motivo de demandas judiciales y,
entonces, solo por decir lo que pienso, ¿debo salvar un mundo que no desea ser
salvado?, y todo para qué, para que sea un éxito de ventas, ¿?, no gracias, el
dinero de tu sello y tus ventas no lo necesito, tengo lo que quiero con el poco
dinero que cuento y eso me permite ser un hombre libre, cosa que veo, tú no
puedes serlo, pero ve, sigue publicando a autores que te hagan caso y dales
premios nacionales para que queden bien con el gobierno de turno así no sepan
redactar bien 3 páginas, pero en fin, la gente tampoco compra esos libros,
¿no?, porque sabemos que lo escrito no vale la pena ser leído, o que es mejor
leer a un clásico gratis desde la web y así es mejor un domingo por la tarde
cuando el tiempo es oro para todas las personas y elegimos con mucho cuidado a
qué autor le daremos digamos: 2 horas de nuestras vidas.
No acepto. Me levanté de la mesa
mientras pagaba lo que había ordenado y dejaba con la boca abierta al editor
que tenía planes conmigo para hacer viajes por todo el interior sur del Perú. Que
busque otro payaso, pensé mientras caminaba tranquilamente por la ciudad entre
rostros que ya no necesitan verme como a alguien a quien conocen, era alguien a
quien inmediatamente se me identificaba como El Escritor, pero bueno, tampoco
es que uno tenga que vivir de lo que escribe, si es que el precio sea comprarse
pleitos y la salud sea perdida, porque cuando aparecen las invitaciones para
ser entrevistado por los medios de comunicación, pregunto, averiguo bien cuál
es el tinte editorial, por dónde van sus intereses y a quienes protegen si es
que los diarios en esta ciudad son propiedad de candidatos a la alcaldía o al
gobierno regional, sea de igual forma con algunos medios televisivos que circulan
en la web, ¡no!, no vale la pena, he andado tanto y es solo para mí, digo en lo
de andar en relación a mi discurso como Escritor; no pienso apoyar a nadie ni
mucho menos prestarme para defender a indefendibles que pasan como gente
decente ante las demás personas por favores prometidos y, es cierto, no me moví
de Arequipa desde donde escribió, no me interesa ir a Lima para luego
obligadamente tener que resolver sus problemas; no es tampoco mi intención
conocer a eruditos personajes que habitan los bares ni, mucho menos prestarme
para dar discursos en universidades donde tienen una forma definida de
pensamiento ante lo cual sería exponerme tontamente cuando sé que uno está
donde sea bienvenido o se piense igual como piensa en este el Escritor que soy
yo.
Era otra oferta rechazada para
ser publicado, solo por ser un tipo muy complicado que se negaba a ser
silenciado.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados
para
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Comentarios