LA VOZ DEL POETA






Ajustarme el cuello de la polera negra de algodón
Descartar el café aplazado
Revisar la billetera para ver el presupuesto hasta la siguiente quincena
O tal vez parar en el café de siempre, solo,
Lejos de las noticias, de lo que ocurre en el país o el mundo,
Ver la agenda en el celular
Podría escoger alguna de ellas mientras consumo mi Coca Cola
No hay KR negra con hielo en el café
Las muchachas son venezolanas, las que atienden
Mientras repaso mi vista sobre las extranjeras
El color de su piel es muy parecido al mío
El bronce dorado del sol peruano es inevitable,
Son bellas y nada más,
Si quieren algo, se levantan de su mesa y te hablan
Sino, pues un intercambio de miradas evita todo
Porque de pronto me veo en  las gradas circulares
Subiéndolas, para ordenar mi cola con hielo y un cenicero.
Me pregunto a esta hora, quién puede tener tanta libertad,
Libertad para a los 46 años hacer a la hora que quiera, lo que le dá la gana
Otros bien podrían estar fumando marihuana mientras conspiran contra el Estado
-esto me parece incoherente y lo es para todos-
La anarquía, ¿no es la ausencia del Estado y sus Leyes?
Creo que es el extremo del neoliberalismo
Es decir, mercados que no sean regulados, precios que no tengan control
Nada de contratos, nada de orden civil
El narco estado por fin legal
Trata de blancas a discreción y, nada de banderas qué honrar
Esa vieja idea de Patria y las ciudades llenas de vándalos
Sin Fuerzas del Orden o un Ejército que nos recuerde qué identidad tenemos
Por los héroes muertos, a eso me refiero,
O la formalización de las minas ilegales sin que paguen impuestos
O la ausencia de los derechos para las personas,
Anarquía, Anarquía, pienso dos veces
¿Pero es que saben de lo que están hablando mientras fuman marihuana?
Porque a pesar de todo, a pesar que todo ande mal
A pesar que la corrupción siempre esté presente
Que los gobiernos favorezcan a los grupos de poder
A pesar que digan que el capital chileno predomina en Perú
O que hay bases militares de USA en nuestros valles
Me pregunto, a pocas semanas de las elecciones
¿Hay otro modelo de convivencia?
Y los candidatos gastan millones en sus campañas
Y las calles están contaminadas visualmente con sus propagandas
Y todos sabemos que van  a robar
Que sus seguidores harán lo mismo
Que es así en todas partes de Latinoamérica
Que en nuestro Congreso solo hay burros legislando
Me pregunto, en quién puede confiar uno cuando la riqueza está aquí
En un país donde una Ley desde el Congreso te convierte en millonario de golpe.
No sé, son muchas interrogantes de un Escritor libre
Al cual los medios de comunicación no le dan tribuna ya
Porque nadie habla sobre esto
Porque los sellos editoriales de la ciudad publican a quienes pueden silenciar
-“No queremos problemas, solo queremos publicarte, pero no puedes decir todo lo que sabes”-
Hacer la pose de Escritor publicado
Aceptar las cervezas y a los tontos que alaban a uno
Decir lo que el editor te dice, debes decir
Conceder 5 minutos de entrevista para la prensa donde hables cualquier cosa
Menos lo que escribo,
Quizá salir bajo los estados de una droga para estar más “in”
Y ver cómo viajas de ciudad en ciudad para Ferias de Libros importantes
Y decir cualquier payasada para que los presentes se rían
Y sentarte al lado de tus libros en los stands
Y ver que nadie los compra
Salvo tu papá o mamá y alguna tía que no recuerdas de dónde es
Y dejar pasar la fiebre de la emoción
Para luego parar en los bares y decir:
Yo estuve en Cali, Guadalajara, Barcelona y Buenos Aires
Allí estuvieron mis libros,
-obviamente tú eres el que invita las bebidas-
Y finalmente decir:
“Qué jodido que está todo”,
Porque la mentira se acabó y sabes, eso iba a ser así.


Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta


Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO