LO QUE DEBES SABER SOBRE LAS MUCHACHAS DECENTES Y LAS QUE SON A1






Puede ser infiel, es decir, ponerte los cuernos con tus mejores amigos, contagiarte una enfermedad de transmisión sexual o simplemente ser lesbiana, preferir a las de su mismo género, pero en una discusión de pareja, decirle: puta a una mujer, es lo peor que puedas decirle, así quiera sentirse como una puta en la cama. Ya, tal vez no te pida preservativos al momento de la intimidad, porque solo las putas usan preservativos, una muchacha decente jamás usaría preservativo para luego estar oliendo a éste por donde esté. Entrar a un hotel con ellas tiene dos formas de ser vistas, porque igual te la van a chupar o te van a consentir sexo contranatura, pero estás entrando con quien es tu enamorada o pareja, no con una puta; al entrar al hotel, la puta prefiere entrar sola, tratando lo más posible que nadie la vea o reconozca y, claro, hará lo mismo con dos salvedades: ella sacará de su cartera los preservativos y, no permitirá que la beses en la boca; creo que nadie tampoco besa en  la boca a una puta, solo es una puntualización.
Está demás decir que con quien fuera tu pareja, gastarás más que lo que gastas con una chica A1, porque ella te pedirá no solo desde botas a casacas de cuero o salidas a comer o conciertos, discotecas y cuanta reunión social fuera donde además deberás aguantarte hasta el final de la noche, luego de muchos sutiles intercambios de palabras en los que debes llevar el amén, solo para llegar a la intimidad con la barriga llena, cosa que es fastidioso para hacer luego el amor, si es que la cena ha costado la mitad de un sueldo mínimo y si es que no se ha discutido unas 4 o 5 veces antes de hacer el amor y darte cuenta que ya estás en quiebra y que la chica A1 que normalmente tiene  un cuerpo escultural, de etnias a escoger y además, si sabes elegir, será complaciente en todo lo que le pidas, sumisa hasta sentirse sometida en tus más abyectos deseos y, multiorgásmica si se da el caso que es ninfómana, como si nosotros los hombres no adorásemos a las ninfómanas, las insaciables, las que piden y piden más si es que mi estimado lector entiende que es justo eso lo que necesita de una mujer, así sea, puta.
Pero, cuál es entonces la diferencia entre una muchacha decente y, una puta, sí, a secas, puta. Que una puta  goce en la cama y que encima le paguen por un servicio que brinda, no es precisamente un mito, he verificado tantos orgasmos seguidos en sesiones con ellas que suelo meditar sobre quién asume con una actitud más sana el sexo. Pero claro, la puta no le dice No a nada en la intimidad, salvo presuma que su punto está con una enfermedad de transmisión sexual, porque las que conozco saben todo del que les hace el amor, es decir, es un círculo cerrado donde ellas saben con quién pueden acostarse y a quién han de darle la bienvenida a eso que nosotros llamamos: El Club.
Pero una muchacha decente, una señorita, una mujer de su casa, no, cómo se puede pensar eso, hay recato, respeto, silencio, reitero, así sea infiel y te haya engañado con medio mundo porque es una mujer incomprendida y no satisfecha, no eso, es decir, una puta. Que esto les valga para tener ventajas en el trabajo o la universidad no quiere decir que estén pecando como meretrices, no, eso todo el mundo lo hace, con la salvedad que no son putas.
Entonces por qué la denigración y el acento peyorativo con las muchachas que  no besan. Creo saber el porqué: el sexo en una relación de pareja es para el matrimonio. Una pareja estable tiene sexo con la garantía que al pasar el tiempo, se mantenga el sexo con la promesa del matrimonio. Las muchachas A1 no piden eso, no piden matrimonio, ni mucho menos hijos. Las muchachas decentes sí, sea desde calenturas que han sobrepasado el límite permitido de abortos para no quedar estériles, hasta la planificación del cómo será la vida de casados.
He allí la respuesta del porqué no hay un trato de iguales cuando en realidad el sexo es lo mismo. ¿Amor? El amor es una etiqueta o excusa para tener sexo, pero la realidad es que si las putas no existieran, no habrían tantas mujeres solteronas amargadas o, mujeres que tiene que aguantar de todo a sus esposos, ya que después de verificar el carné de sanidad y las referencias necesarias para no tener una enfermedad de transmisión sexual, la libertad de nosotros los hombres se basa justamente en las muchachas A1, esas muchachas que no besan y que complacen con sus servicios a uno sin pedir promesas de matrimonio ni hijos, ya que ellas mismas lo dicen: somos putas, no confundas las cosas, esto es solo un servicio y, bueno, uno que no se complica la vida, lo asimila rápido mientras disfruta de rubias, pelirrojas, morenas, negras, mestizas, antes de aguantar una relación estable donde hay una mujer que jode y que si te divorcias de ella, lo puedes perder todo, todo lo que ganaste con esfuerzo en tu trabajo.
Espero haber sido claro del porqué las mujeres decentes rechazan a las putas y porqué es una consigna sentir el término como un insulto, ya que unas son enemigas de las otras y, en el medio estamos nosotros los varones, mejor dicho, los que no nos queremos casar.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor

Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco







Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO