EL HOMBRE SABIO QUE VIVÍA EN UN MANICOMIO






El hombre que lo había pensado todo
Y que llevaba décadas en la postura de Buda
Me dijo claramente cuando me vio dudar:
“De aquí no saldrás hasta que aceptes que estás loco”.
No me hablen de alucinógenos o drogas legales
O de lo que se siente estar demente,
Tampoco pregunten qué hay en nuestra mente
Si es que uno está vivo, en estado vegetal.
No me pregunten qué debía recordar
Cuando no reconocía las calles de siempre
O por qué tanta gente me daba la mano.
Hay sin duda experiencias donde el límite es superado
Como el estar catatónico en medio de la ciudad
Y al no contar con el dominio en la mirada
Otras cosas pensamos más allá de la justicia o Dios.
El hombre que lo había pensado todo
Tendría unos 50 años
Y sin embargo seguía allí
Sin buscar más nada
En la dimensión de los iluminados
Viajando sin que nadie sepa hacia dónde
En el universo de los pensamientos
Porque él lo había pensado todo
E impasible e imperturbable
No parecía sino, era feliz en su propio orden
Donde quizás era un Dios diferente
O la negación de nuestra sociedad
Y así, en palabras simples me dio este consejo:
“si quieres salir de aquí
Deberás aceptar que estás loco,
Este lugar no es para ti,
Tú anhelas la ciudad y otros conocimientos,
Todos hemos aceptado algo en contra de nuestra voluntad
Y en ello no hay nadie que pueda decirnos que no”.
Fue hace tanto tiempo
Y así lo escribo, desde aquellas tardes cuando pensé
¿Cuándo acabará esto?
Si es que debo remitirme a la libertad
Gritada en el momento de los valientes y justos
O en las noches donde acepté
Estas condiciones desde las que puedo escribir.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco






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