TODO LLEVA AHORA MI NOMBRE
Y no lo he dicho todo solo para que no enloquezcas
Te has quedado en vilo al ver cómo mis palabras se han
detenido
Y no te he hablado de mis pactos ni de mis juramentos
Del momento cuando conocí a Dios
O cuando los pensamientos que me llenan me libraron de la
condena de todos.
No te he hablado de lo que mis ojos descubrieron frente al
mar
De lo que pensé cuando conocí el amor en una bella muchacha
que no fue mía
Y del rayo fulminante que me atraviesa cada vez que rozas mi
piel.
Y no te he descrito dónde acaba el mundo
Ni muchos menos el porqué de las oraciones y sus
significados.
Al parecer quieres escuchar las melodías propias de mis
silencios
O lo que me obsesiona cuando me siento a escribir,
Porque no te confesé del último pecado que tuve y que nadie
sabrá
Hay, muchacha mía, errores donde nos decidimos del todo y no
damos marcha atrás.
No te hablé aún de las pesadillas que no soportarías
Ni de los arrepentimientos cuando llegué a la orilla y sentí
que ya no había más camino.
No te he mencionado la palabra que más temes y te haría muy
feliz
Ni del momento cuando lloré por la muchacha que nunca más he
vuelto a ver o sentir.
¿Te dije el nombre que no existe de la amada?
¿Cuándo tienes tus orgasmos y tu cabeza parece ser una
hoguera mientras la aprisiono,
Quisiste arrebatarme el misterio de los solitarios que solo
sabemos escribir?
Porque puedes ver mis ojos, mas jamás lo que éstos conocen
¿Podrás comprender cómo entendí a las palabras antes de
escribirlas
Y así, hacer de éstas no un proceder talentoso sino la
expresión de lo aprendido?
Y no te hablé de cuando me supe valiente
Y todos esos rituales que nos llena de celebridad y respeto.
No todos tienen por qué sentir el peso de mi alma
Como la sientes al momento de amarte.
Me has preguntado qué es lo que siento que enloquece a todas
Y despierta la fantasía antes de la decisión del suicidio.
Y no te he dicho todo lo que deberías saber o quieres
conocer de mí
Apenas soy el que se adueña de ti cuando te hago mía
El tiempo que trae verdades y virtudes olvidadas
Artes para el sexo y la esperanza.
Y no te he dicho todo lo que sé
Y es mejor así, para seguir amándonos.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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