EL ESCRITOR QUE FUE INTERNADO EN UN MANICOMIO POR SUS IDEAS






En 1997 no solo pensaba diferente, actuaba diferente.
Había leído en una revista: “el tiempo se encarga de otorgar la razón”.
En 1997 no solo me opuse a la corrupción que hallé en la universidad
Asumí muchos compromisos a la vez
25 años y saber que debía Ser sin ninguna otra alternativa
No había opciones a escoger, creo que a esa edad las convicciones no pueden ser compradas
Menos ahora que tengo casi 50 años.
En 1997 había silencio en mi país
Y también había Dictadura
Y mucho silencio, entre poetas que no escribían sobre ello
Lo de siempre, drogas, alcohol, catedráticos que enseñaban a mentir
Y la corrupción como algo que se daba sentado por normal,
Que si pasó mucho tiempo, pues pasó
Como las tardes en que no pude ver el sol por meses en los psiquiátricos
Cuando me di cuenta que solo a los Escritores que van más allá de sus escritos
Los internan, por no seguir el camino fácil de los demás
Por ser peligrosos ante un entorno donde todos apurados se vendieron.
Abro uno de los cajones de mi escritorio y veo las pastillas para dormir
Y recuerdo el diagnóstico que hasta ahora tengo,
Las noticias no son tan malas, Keiko está presa
Alberto Fujimori también y, por fin todos en este país
Rechazan lo corrupto, creo que no se luchó tanto por nada,
Los tiempos han cambiado, las lecciones son fuertes
Porque en 1997, a mis 25 años, sabía qué debía hacer
A pesar de no haber elegido mis circunstancias
Creo que nadie las elige, creo que éstas se presentan iguales para todos
Otra cosa es que más allá de escribir
Termines en un psiquiátrico precisamente por tus convicciones.
Las noticias no son tan malas después de todo,
Al menos en Perú la corrupción es condenada con rigor
Mientras recuerdo mis brazos sujetados con correas de cuero a la cama
Enervado por las ampolletas de haldol que me inyectaban
Mientras observaba a mi costado, en la mesa de noche:
“Inicios de Esquizofrenia Paranoide Crónica”,
Mientras dos enormes policías me decían: debes escribir
Porque nosotros también nos sentimos solos,
Solo obedecemos y, eres el último que no obedece
Cuando todo está perdido
Porque era 1997 y, era, el Ser, o no Ser,
Es decir, el ir más allá de lo escrito.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco


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