EL MISTERIOSO HOMBRE QUE SE ACERCA A LOS 50 AÑOS
El hombre afortunado se levanta a la hora que quiere
Si gusta llama a alguien, sino, se queda en la cama otro
momento más.
El hombre feliz sabe que no tiene que madrugar para atender
a nadie
Escucha heavy metal y no se espanta de la soledad,
Para él cualquier hora del día es un buen momento para
caminar
Suele a veces sentarse en una silla portátil para contemplar
la ciudad
No le gustan ni los perros o gatos y detesta los libros de
amor
Sabe que eso dura poco y que todo se trata de sexo.
El hombre afortunado sabe que puede escribir lo que quiera
sin ser censurado
No tiene una mujer al lado que le impida sentarse a escribir
Mejor dicho, sus momentos difíciles duran poco sin necesitar
de amigos,
Aprendió a estar solo para dedicarse a lo que más le gusta,
Un buen poema que él escriba supera a 4 horas de sexo donde
tema eyacular adentro
No cree en los coitos interrumpidos ni otro método para no
embarazar a nadie
Solo espera la noche para escuchar canciones relajantes
Se ducha a la hora que quiere y se cepilla los dientes
dentro de la ducha.
Un día es un misterio para otras personas,
Porque él puede hacer lo que quiera con éste
O simplemente no hacer nada y quedarse en su apartamento en
silencio
Supo a tiempo que los atardeceres son estupendos sin
compañía
Y que no es necesario de los amigos para dialogar,
Para eso tiene la literatura, para dialogar con sus lectores
Sin esperar respuesta alguna, porque sabe que es un hombre
afortunado
Y un hombre afortunado, no solo descree del amor, sino
Haya plácido el amanecer donde no es molestado por ninguna
mujer,
A cualquier hora prende un tabaco y lo cala
Y a cualquier hora puede almorzar y si gusta, cenar
Sobre todo lo que más le gusta, si es que no le apetece
cocinarse
El hombre feliz no consulta a nadie ni pide consejos
No está pendiente de ninguna mujer ni cree todo lo que le
dicen
Yo sé que es fácil escribir sobre muchachos veinteañeros
para las escritoras
Pero para un hombre que se acerca a los 50 años y no
necesita a nadie
Y quiere vivir más, sabe que es un rompecabezas que les
provoca dolores de cabeza,
Porque un hombre afortunado se dedica a lo que le gusta
Si acaso vive su propio sueño como pocas personas
Sin anhelar la mujer ajena o la que le dará solo problemas
Y así, un día es difícil de precisar en los hombres felices
Los que no cedemos a la tentación de estar encadenados a una
mujer
Los que hace tiempo luego de conocer a varias centenas de
ellas
Nada se ignora del amor o el sexo o lo mismo o la brevedad de
este
Porque lo suyo es escribir
Y así explica su fortuna, mientras el silencio vence entre
todos.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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