ENTRE LA SOLEDAD DE MIS ESCRITOS Y MIS VEINTEAÑERAS







Me llama la soledad plácida para volver a escribir
Tengo a mi mano un tabaco mentolado y una jarra de zumo con limonada helada
Y en mente la ansiedad de saber de la nueva muchacha que sea mía.
Nunca tuve una soledad tan feliz
Porque hace más de 10 años atrás, mi soledad era así:
“Puedo conversar con usted solo un momento, hace meses que no hablo con nadie”.
La mujer que estaba sentada en la banca de un Mirador me entendió porque es mujer
Y al verme a los ojos me dijo:
“Sí, quiero conversar contigo, pero estoy esperando a mi novio, discúlpame por favor”.
Deben saber estimados lectores que es así la vida
Que cuando todos se apartan de ti
Cuando ya no puedes más
Es porque todas las mujeres conspiran con un solo fin
El que sepas valorarlas cuando les hagas el amor
Y así, pasaron los años y, desde esta soledad privilegiada
Me pregunto por los que aún no saben de esta manera de amar
De los que solo escribimos y vivimos la locura de los enamorados
De los que ya no nos aferramos a una sola mujer
Y cuando las muchachas se dan cuenta de ello
Esas veinteañeras que se enloquecen con las canas y las arrugas
Cuando meditan con orgullo en el lecho:
“Aguantó este hombre, no se suicidó”,
Es porque el destino de los viriles se fragua así
Para cuando estés preparado para estar solo hasta la vejez
Y en los arranques de placer dominante
Cuando el deseo es demasiado fuerte y dices: “ya no puedo más, necesito hacer el amor”
Sabes que puedes darte una pausa en tu vida solitaria
Y sabes que ellas se complacerán en tenerte entre sus brazos
Porque es más excitante hacer el amor con un hombre que no solo se ha jugado la vida
Como pasó conmigo, sino que tuvo que meditar muchos años
Hasta entender lo que ocasionan las veinteañeras en uno
Cuando la soledad me dice:
Mauricio, hay una nueva muchacha en la ciudad que pregunta por ti
Y por tu leyenda,
Le llaman: instinto de supervivencia y de reproducción muy desarrollado,
Yo le llamo como lo he escrito centenas de veces
El mejor momento de mi vida
Si acaso esto es ya algo cada vez más intenso
Y por primera deba escribir: un camino sin retorno
Del cual ya nada me puede detener.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco


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