PARA LOS QUE NO NOS SUICIDAMOS A LOS 27
Después de todo, hago el amor con todas las mujeres que me
da la gana
Tengo mi propio apartamento y me leen en todo el mundo
Con 7 libros publicados y la capacidad para mandar
educadamente al diablo a quien quiera
Puedo vivir sin necesitar a nadie
Y hace muchos años renuncié a la boba idea del matrimonio,
Por ejemplo, a esta hora, me siento a escribir sin que nadie
me moleste,
Tomo mis pastillas para dormir, aunque juro que me gusta
pasar las noches sin dormir
Porque hace 20 años no fui tan cobarde como para pensar en
el suicidio
Más bien era un muchacho mancebo que se rebeló contra todo
¿Por qué tendría que darle el gusto a las demás personas
para quitarme la vida?
Porque así lo pensé cuando me enteré de los suicidios
inducidos
De las torturas a las que fui sometido en los psiquiátricos
O de la energía con la que enfrenté a los auditorios con el
deseo de cambiar al mundo.
No, no fui un niñato que llegó a los 27 años con deseos de
quitarse la vida
Llegué con hambre de vida, hambre de justicia
Con la voz del ¡Sí se puede!, cuando aterrado, no salía de
mi habitación
Y los únicos compañeros eran solo los libros y mi rechazo al
alcohol y las drogas.
No, jamás se me ocurrió cortarme las venas ni hacerme cortes
O tatuajes o ponerme crucifijos para no sentir miedo
Mucho menos busqué alianzas para no sentirme solo
Era más bien un muchacho de 27 años que reafirmaba la vida
Alguien que no tenía mujeres a su lado y que el silencio
padecía como condena.
47 años para escribir a cualquier hora del día, sin haber
ensuciado mis manos con lo corrupto
Sin haber perdido mi credo, sin haber aceptado la amistad de
los perdidos
Sin haber cambiado mi forma de pensar.
Dime entonces cobarde que de todo te da taquicardias y te
crees morir
¿El Club de los 27 es tu nueva pose para sentirte
importante?
Te diré que a mis 33 años cuando presenté mi segundo libro
No entendía porque los hombres le temen tanto a esa edad.
Yo solo soy un hombre que ha peleado por su espacio propio
Alguien que no vendió su libertad, alguien que quiere vivir
más de 100 años
Sin querer cambiar este estilo de vida
Alguien que te dice: ¡no me vengas con bobadas, tus 27 años
nunca serán como los míos!
Te espero al final de la noche, sin alcohol ni drogas
Sin marca alguna en mi piel ni anillos o cualquier otro
código gregario
Tengo el orto invicto, espero eso te diga muchas cosas.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco
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