EL HAREM QUE ES DE TODOS






Se puede hacer el amor, cuantas veces se desee
Pero sin esperar nada, un hogar, una familia, una vida
Se puede hacer el amor y es solo placer,
El sexo es saludable así para ambas partes
Los novatos que apuestan por el amor
Normalmente pierden su salud mental,
Así, los momentos para el gozo no incluyen derecho alguno
-nunca supe los nombres de todas las mujeres que fueron mías-
-nunca sabré quiénes son las que se llevan mis ahorros-
No es importante ello sin embargo
Recostados en la cama después del sexo
No hay nada sobre qué conversar
Lo sublime se ha esfumado
Dos cuerpos en reposo luego de emociones fuertes
Un chau que sabemos es un fue un gusto sin ánimos de repetirlo
Otras muchachas hacen  lo propio
Yo hago lo mismo y, en esto no tiene nada que ver el corazón
El miedo a perder la libertad
Que igual se hace el amor sin coraza alguna
Apenas bien seguro el preservativo como protección
Cuidando en cada envestida que no se salga
Cambiándolo a cada momento para evitar “accidentes”.
Y se puede hacer el amor cuantas veces se desee
No tienes por qué hacerlo con quienes no amen como tú
Yo me quedé con las que no reclaman amor ni compromiso
Y en el lecho sabemos que somos felices
Sin compartir historia alguna
Están las muchachas  con las que se puede hacer el amor
Y las que están prohibidas, las que ni se debe ver en las calles
Las relaciones complicadas son para los tontos
Las relaciones tóxicas son para los enfermos
Se puede hacer el amor con quienes desees
Y no es necesario tener una coraza en el acto
Nadie dijo que uno no se entregara
Nadie dijo que ellas no se entreguen
Solo escribo para los evolucionados
Los que lloramos por otras cosas
Mas no por amor que creo,  no hay cerebro ni tiempo para ello
Sino ansias de saber de las que aún no se conocen
O las que aún no me conocen
Como a ti también, estimado lector.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco





Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO