LOS HOMBRES QUE GRITAN: “¡QUIERO SER!”







No, no podré olvidar las primaveras en Mollendo
Las mañanas de trote donde en el tramo final
Terminaba gritando frente al mar en el cual me zambullía
-alguna vez mis amigos me dijeron que no había lugar dónde gritar en Arequipa-
Años después supe que gritaban a todo pulmón en las marchas de protesta
¿La causa justa o no?
La memoria del pueblo lo sabe
Porque yo allí también grité
Y creo que la causa siempre fue la misma: la defensa del Estado de Derecho.
De esos años hasta ahora quedan los poetas y narradores
¿Si son correctos o no?, ya no importa
Que fumen marihuana o beban en exceso
Solo Dios sabe cómo enfrentan sus días
La juventud es así, porque todos finalmente se vuelven decentes
¿No se construyen así las anécdotas de todos?
Que mis hazañas hayan sido mayores no significa que sea superior
Hay personas que podemos soportarlo todo
Y hay personas que no toleramos la opresión o ausencia de libertad.
Creo que todo se encamina para bien en la mayoría de casos
1,000 errores son como un libro de 1,000 páginas
¿No es cada error una página donde no sobran las palabras?
Qué le puedo decir al hombre que bebe
¿Qué deje de beber?
Qué le puedo decir al hombre que se droga
¿Qué deje de drogarse?
Qué le puedo decir al hombre que delinque
Yo no tengo respuestas para ello
A esta hora donde vivo la gente está segura
Ronda inopinadamente Serenazgo y los Patrulleros de La Policía,
Y sé, sé que en cualquier parte de la ciudad
Hay violencia familiar, problemas que a nadie les son ajenos
El titular dice que una menor de edad fue ultrajada
Que nuestros fiscales han sido comprados por la mafia
Y que alguien a esta hora desde los penales me lee
Un muchacho vende en las calles, comida
Y una anciana está sola sobre la vereda pidiendo limosna.
Esto es raro en la ciudad, porque aquí de cada 4 ciudadanos, 1 tiene automóvil
Y somos más de un millón de habitantes,
Los privilegiados están en los café bar
Y se les puede reconocer por sus apellidos
Ellos nunca pierden, creo que más pierde el hombre de a pie
Y que no está a buen recaudo
Sin embargo conocí a una mujer pudiente que siempre me decía:
“si de la vida quieres disfrutar solo debes observar y callar”,
Pero los escritores lo contamos todo
Y ella también era escritora.
Pues un grupo de hombres se reunió para hablar sobre la Paz
Y terminaron peleándose
¿No es curiosa nuestra naturaleza?
Sigo recordando la brisa de primavera en Mollendo
El clima agradable, húmedo y de sol cálido con aire fresco
Allí se podía gritar
Aquí la gente grita bien fuerte Revolución en las calles
Mientras cada quien va buscando su camino
Donde no hay espacio para nadie más
Como en todas partes, como lo es en cualquier lugar, en el  mundo.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco






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