UN TABACO PARA EL ESCRITOR






Nunca fui un amor tan perfecto
Todo lo que se tuvo que gritar, se gritó
Y así, desde el reino de la noche
Hasta el aroma del amor en las madrugadas
Mi piel se hizo un universo como mi olor
Y ninguna calle fue desde entonces extraña
Si en cada una está la historia del feliz.
El abrazo que derrotó al tiempo
Lo que se dio por perdido
La esperanza muerta fue violentada para esos días
Y sin embargo ya no estoy aquí ni allí
Mis labios se llenaron de besos
Y en los lechos el misterio fue resuelto
Como la canción que aún no fue cantada
Seguramente era una nueva verdad
Para las muchachas inquietas
Las que serenamente me esperan con ansiedad
Tejiendo o cociendo ruborizadas
Echándose las suertes con navajas
Hasta donde lleguen mis ojos.
Porque si preguntas por el amor
Debes con cuidado saber que yo existo
Que no soy fácil detrás de mis buenos modales
Y hay una advertencia delante de mis rápidos pasos
¿Temerás los días donde otras muchachas me amen?
Porque la melancolía sería dulce y abanderada
¿Comentarás todo lo que te revelé de mí?
¿Seré la historia de este momento que se anhela conocer?
¿Y si fuera solo silencio en intenso amar?
¿Y si nunca me llegaras a conocer?
¿No dirás entonces?:
Nunca hubo un amor tan perfecto
¿Y ese no soy yo?

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco




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