YO SOY “EL AGUA”, REGUETONEROS






Recibí otro intento de soborno una vez más, esta vez venía del servicio postal de USA, donde se me indicaba que se me iba a dar un giro postal de $50,000.00.  No tengo trato con la Mafia ni quiero tenerlo, a pesar de ser un Escritor muy pobre, como así se los hice entender: soy pobre, muy pobre, pero Honesto.
El Premio Mejor a Lo Nuestro no solo le hizo un homenaje a Daddy Yanquee como el fundador del Regueton, sino como el representante por antonomasia del Crimen Organizado en América Latina.
Qué representa el reguetón que es tan criticado, porque todos rechazan esto que el Daddy Yanquee lo llama como un “Movimiento”, pues representa la impunidad del narcotráfico ya en grandes esferas, porque llegó para desplazar a la salsa, para desde sus caseríos, imponer la venta y consumo de drogas, la vida fácil desde donde hombres tatuados comen, viven y trafican drogas desde la calle, porque eso es lo que canta Daddy Yanquee, ser el que pone las reglas, el que manda en la calle.
América Latina ha consentido este estilo de vida, donde las muchachas consumen alcohol y drogas en las discotecas y enamoran con tipejos de la Mafia, quienes les dan de beber y para drogarse, dando por sentadas las bases para la destrucción de las juventudes en América Latina.
Violencia, muerte, asesinatos, vendettas, trato con capos del narcotráfico y mucho dinero, dinero en abundancia para esos mediocres que se ganan la vida fácil, con pistola o metralleta en mano, cercando sus territorios donde venden estas drogas, a punta de balazos, de donde salió este reguetonero que alimentaba a toda su gente a cambio de comida, vivienda y el consumo del alcohol y las drogas, una especie de Pablo Escobar metido en la música, quien además de dominar con su dinero a las juventudes, se da el lujo de cantar y que sus canciones sean escuchadas en los Night Clubs o discotecas donde los excesos mencionados no son acusados, salvo, un discreto rechazo a esta música, cuya letra dice claramente cómo es la calle que ellos dominan, cómo es su alianza con El Crimen Organizado y como todos sus seguidores viven de este.
15 años donde se le hizo un tributo, un homenaje, al despreciable reguetonero que empezó siendo un capo de un caserío en el que él daba dinero a toda a su gente, a cambio de obediencia, usando lujosos autos, motos y armas para marcar un territorio donde él mandaba, si acaso ahora lo hace con su música, recibiendo el respaldo de una generación que perdió los valores y trasgrede a La Ley, o como ellos le llaman: “El Agua”.
No me vengan pues con cuentos, porque  solo consumo agua y tabacos mentolados, hago la verdadera resistencia, porque una cosa es escribir consumiendo drogas y alcohol y dar discursos demagogos para una ciudad donde nadie cree a los escritores, muy al hecho de que aquí en esta ciudad, de cada 4 personas, 1 tiene un auto.
¿Querían acusar a los reguetoneros pero no lo hacían con las palabras adecuadas por miedo? Las acabo de escribir, mientras he rechazado ese soborno desde USA, por $50,000.00 que bien pudieron servirme para hacer el amor por unos 7 años más o menos.
Entonces, te pregunto periodista o escritor que das las noticias, ¿has dicho alguna vez la verdad?, o sigues en tu mundo de vicios, consumiendo alcohol y drogas, en tus desviaciones, sin decir claramente qué está pasando en América Latina o quién es el fundador de ese Movimiento del Reguetón, que se da el lujo de cantar delante de todo el mundo el cómo es su Mafia, que dicho sea de paso, es consentida por millones de jóvenes en esta parte del mundo, sin distinción de clase social.
Es el final del reguetón, al menos para mí que recién he escuchado detenidamente la letra de sus canciones, la película biográfica de Daddy Yanquee y lo que promueve, mientras pruebo de mi jarra con agua, haciendo la resistencia, totalmente solo, contra sus malas costumbres y hábitos y sus delitos impunes, hasta ahora.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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