LA MUCHACHA DE MALOS HÁBITOS






No creo que hacer el amor sea un arte, más bien me considero un zopenco
Un varón incapaz de respetar a ninguna mujer en la cama
Mientras más bella, más bruto y tosco soy
Me dejo llevar por lo que siento y no me importa en lo más mínimo si no la vuelva a ver
-fumo marihuana- le prohibí en ese momento que dijera eso en  mi apartamento
-tantos tontos se volvieron adictos por un amor así-
-el cuerpo de esa muchacha puede enloquecer a cualquiera, mas  no a mí-
Me levanté de mi cama y le dije: ¿quieres limonada con cubos de hielo?
Quiero beber contestó, te puedes marchar, yo no bebo
¿Y me dejarás ir?, soy la más bella de todas
No lo creo, tengo el don de ver el alma de las muchachas que son mías en el amor
La puerta está abierta, no vuelvas o sacaré una orden policial para que no te acerques
Ella se quedó para seguir haciendo el amor
Le metí el puño dentro de su vagina y ella sintió placer
Agarré con fuerza su cabellera y la arrastré para cambiar de postura para el amor
Ella reía feliz de sentirse dominada, igual, no la volvería a ver
-hay mujeres que son ideales para hacer la pose del perrito-
-sus cinturas y sus caderas blancas son una escultura mientras entro y salgo de sus sexos-
¿Tenerlo todo de una muchacha para luego dejarla ir?
Y quién dijo que el sexo de inmediato es la garantía para el amor
Tampoco me gusta seducir y enamorar-me acostumbré a conocer muchachas
En hoteles donde nunca supe sus nombres verdaderos-
No te quiero en mi vida, hago campaña en contra del alcohol y las drogas
Serás muy bella, pero mis convicciones son mayores y no eres la única
Yo puedo elegir sin que quiera quedarme con una sola para siempre
¿Qué hombre de casi 50 años querría ello con veinteañeras cuando podemos con todas?
Ella solo se esmeró en hacerme el amor de manera inolvidable
Pero la amé y luego no, la acompañé hasta la puerta
Como siempre sé hacerlo, para que no se quedará ni un minuto más
Solo quería echarme desnudo a mis anchas sobre mi cama
Prender un tabaco y escuchar rock de los ochentas
Es así mi aprendizaje, entre centenas de veinteañeras.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco


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