UN HOMBRE SOLTERO PARTE XXXV






¡Hombre, las muchachas te esperan!, ¿hasta cuándo vas a resistir con ese discurso de no ingerir bebidas alcohólicas?, te pasas las mañanas sentado en la puerta de tu apartamento y, por las noches te encierras a escribir, si lo tuyo es penetrar, ¿por qué te niegas a las muchachas que quieren beber y tirar contigo? Era mi viejo conocido, me hablaba desde el celular, al parecer no entendía que solo las mujeres frígidas necesitan de alcohol para creer que sienten placer con el sexo. Nada viejo, solo acostumbro a hacer el amor con muchachas que antes de estar desnudas ante mí ya se han mojado. ¿Entonces qué, rechazas nuestro alcohol para en soledad ingerir solo agua tras litros de agua? ¿Es más sincero, no crees?, una mujer que desea ser penetrada no le teme al acto sexual, para mí es muy femenina la muchacha que pide sexo sin necesitar beber para “desinhibirse”. Pero, Mauricio, es normal, es para romper el hielo,  recuerda que no te conocen ni las conoces.  ¿Olvidas que soy el hombre que tiene erecciones con las muchachas que deseo solo con una mirada?, por qué debería beber para tener sexo con muchachas que probablemente no alcancen un orgasmo al momento de tener intimidad conmigo, soy yo el que termina siempre al final, pero termino siempre al final porque me excita sentir cómo ellas tienen muchos orgasmos, en mi experiencia, toda mujer que bebe es frígida, ¿no es el deseo algo espontáneo donde nada se fuerza y no es necesario hablar para pedirlo? Pero, Mauricio, esas mujeres solo están en los burdeles, las muchachas normales necesitan estimularse con bebidas alcohólicas. El estímulo no parte de la seducción sino de lo que uno hace sentir a las muchachas con la sola presencia, pero si desde ya necesitan beber para sentir algo, doy por hecho que no tendrán orgasmos. ¿Es una teoría, señor Escritor? Es mi experiencia, tú experiencia, la experiencia de todos los hombres y mujeres, el sexo no tiene nada que ver con las drogas y el alcohol, no se requiere de sucedáneos para tener orgasmos. ¿Entonces el viagra qué es? El viagra es algo usado por muchachos universitarios que aún no han conocido a una mujer de verdad, es cierto, te da largas horas de duración en los lechos, aunque eso depende también de tu estado físico o constancia para hacer el amor, una hora de sexo continuo puede ser demoledor para un muchacho de 20 años, pero 4 horas de sexo continuo para un hombre de 47 años puede ser la gloria misma, aunque insisto, una mujer de verdad te hace olvidar el viagra, siempre diré que la proporción de la excitación y el tamaño del miembro viril, como su grosor y dureza corresponde a la muchacha que nos despierta el deseo sexual. ¿Entonces, no vendrás, ellas están ansiosas por hacerte el amor? ¿Están hace rato bebiendo? Eh, pues sí, por qué. Porque creo que lo único que desean es seguir bebiendo y, sabes bien que a estas alturas, están más felices con el alcohol que con las ganas de tener sexo, olvídalo, lo mío es 100% placer sano, me resulta muy desagradable ver a una muchacha ebria que ha perdido la clase y no recordará nada de lo dicho ni hecho al día siguiente, ellas solo quieren beber, yo no. ¿Estás seguro?, espera, te pasaré sus fotos por el WhatsApp. En realidad eran muy lindas, pero prefería penetrar una papaya a penetrarlas a ellas, porque sé bien que no me iban a sentir, iban a ser como pedazos de carne en mis manos, ¿no es estimulante para mí saber que mis mujeres sienten cuando las penetro?, para mí hacerlas sentir o que ellas tengan orgasmos es el mejor estimulante para alcanzar mi orgasmo si es que dejo a una y me voy con otra cuando a pesar de hacerlas sentir, ya no alcanzo mi orgasmo y eso me exija conocer a otra mujer o muchacha donde la experiencia sea tan intensa como lo es siempre cada vez que hay otra muchacha que desea saber de mí. No, no es conquista, es como la vida misma: algo nuevo, constante pero nuevo, irrepetible como la misma palabra, como lo no dicho antes o la vivencia no conocida y buscada, así es cada muchacha mía cuando sé, no será la definitiva sino el placer de ella que aún no conozco, ¿por qué entonces tendría que hacer el amor con una mujer ebria que apenas puede estar en pie? Colgué la llamada mientras miré el calendario. Porque no estoy hablando de las ninfómanas, de las mujeres aparentemente insaciables que están con todos los hombres posibles sin saber qué es un orgasmo o cuántas formas de orgasmos alcanza la mujer. Prefería las multiorgásmicas de variados orgasmos, pero, ellas cuestan y, se llevaban todos mis ahorros. Por qué entonces tratar de entender a los hombres bebedores y derrochadores de dinero en alcohol cuando muy bien con ese dinero se podría tener a las más bellas mujeres de la ciudad. Algo está mal en todo esto. Porque para mí lo más sexy era ser sorprendido, esperar en una habitación de hotel echado en la cama, calando un tabaco mentolado en espera de la muchacha que abriera la puerta, a quien conocería recién ese instante y con quien en segundos haría el amor, sin necesidad de hablar o hacer una larga presentación. Siempre los segundos con ellas en la intimidad para mí son como el oro, es decir, ninguno para perderlo, ni siquiera en esperar una erección, porque el solo sentirlas entrar a la habitación pensando en que yo las voy a poseer ya me tenía erecto. ¿Amor a primera vista? Llámenlo como deseen mis estimados lectores, porque igual, también sé, no volvería a hacer el amor con ellas, porque para mí un orgasmo es el final con una y, la invitación para poseer a otra, ya que todo se entrega en lo que duren esas horas en el lecho donde el sexo es continuo para mí, siendo por cierto revigorizador, no sé, ¿ustedes han ganado alguna vez una maratón? Yo sí, y sabes bien que no te has cansado y estás feliz, más aún cuando has ganado.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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