EL ESCRITOR JUDÍO






No puedes destruir a los niños
No puedes decirles que se droguen
O que consuman alcohol o que se cambien de sexo
¿No los has visto destruidos por las calles a los perdidos?
¿Esa es tu forma de amar?
¿Así abrazas la bandera de la Revolución?
Me descreo de todo tipo de discurso
Sigo siendo Librepensador
Que por qué he escrito tanto sobre algunas mujeres
Que por qué he revelado sus secretos inconfesables
Porque no me parece justo lo que están haciendo
No me parece sincero en lo absoluto
¿No es de esa manera en que nacen niños viles?
¿Si una mujer es corrupta, cómo han de ser sus niños?
¿Ese tipo de gente necesitamos para un mejor mundo?
Porque crees que el sexo es amor
Yo te digo que no
Que la virtud es otra forma de amar
Y ella no va de la mano de las embusteras
Me dirás que me hago el valiente con las mujeres y sus ovarios
Pero yo lucho contra las drogas y el alcohol
Y lo hago desde donde vivo
Y exijo que La Ley se imponga
Y tengo en mis narices a La Mafia todos los días
Y mi mano no tiembla
Así que si me vas a hablar con un tono agresivo
Te diré que esa no es la manera correcta de mejorar este mundo
Que hay gente buena y mala
Y que a lo mucho tú gritas ebrio y drogado
Y no sabes ni qué es lo que defiendes
Si tras un billete tu alma será comprada en cualquier mercado
Así que si me vas a decir que eres revolucionario
Te diré que la verdadera revolución no se hace con una guitarra
Y con una conducta inmoral
Porque soy yo el que acusa sin moverse de la ciudad
Donde nadie hace nada
Y no es desde la soledad, sino desde el poder de La Ley
Porque El Bien debe prevalecer
Te guste o no, que para eso está la cárcel y las penas duras
Que puedes mentirles a todo el mundo
Pero a mí no, que estoy enterado de todo
Y así lo divulgo a mis lectores de todo el mundo.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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