EL ESCRITOR QUE NO ALQUILÓ SU MENTE






Una muchacha, dos muchachas, mil muchachas
Pero a ese precio no
Una ciudad, dos ciudades, todo el mundo
Con permiso para no ser detenido
Y estar a buen recaudo y poder ser libre en las calles del mundo
Pero a ese precio No
La austeridad obligada
¿No hay hombres que lloran en silencio?
¿No he visto mujeres protestando en las calles sin que nadie les haga caso?
Es fácil desentenderse y decir que están locos
Así sepamos que no es así
-una película sobre un orate donde la ficción es estupenda-
-conocí a cientos de locos en los psiquiátricos y no enloquecí-
-conozco a las víctimas, los intelectuales se venden para confundir a las personas-
Una muchacha, dos muchachas, todas las muchachas que se pueda
Todas las ciudades y todas las calles sin tener miedo dentro del mundo
Pero No, a ese precio No
Una mente que no se alquila es dos manos escribiendo sin pedir permiso a nadie
-los cuestionamientos surgen después de los errores del mundo, de los hombres-
Si renuncias a los cuestionamientos es porque seguramente has alquilado tu mente
Una mujer, una casa, una barriga llena
Las calles del mundo donde debes obedecer y no decir lo que piensas
-es peligroso decir lo que se piensa cuando te das cuenta que en todas partes algo marcha mal-
En realidad decir las cosas en vivo discurso da miedo
También en realidad no ocurre nada
Salvo que te silencien de una u otra forma
Porque si no alquilas tu mente, habrá otros mecanismos para silenciarte
-yo solo escribo, pero mis escritos son como el silencio-
Si leyera estos escritos, ¿podría detener las reacciones de los demás?
Tal vez ese momento nunca llegue
O tal vez está siendo esperado en este momento
Pero, ¿tengo un sistema para solucionarlo todo?
Si sé muy bien que aquí nadie se pone de acuerdo
Porque si hablo en contra de la corrupción
El 80% se retirará en pleno discurso
Y si retornasen por enmendación propia y
Hablase en contra de las drogas u el alcohol
Se volverían a marchar
Y apenas quedarían 5 personas para decirme
Señor Escritor: no queremos su visión del mundo
Pensábamos que nos iba a hacer reír.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco

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