EL HOMBRE SOLITARIO QUE ESCRIBÍA PENSANDO EN SUS LECTORES






Puedes creer que eres fuerte
Que recorriendo el mundo sabes nada te ha vencido
Y sabes que todo siempre estará bajo control
Que las calles de los barrios chinos no te hacen daño
Que muy lejos de donde naciste todo es seguro, desde París
Hasta las calles peligrosas de Lima
O tu sonrisa invencible en Arequipa
Entre callejeros cuyo aprendizaje lidia con lo extremo
Y lo que hayas visto creíste jamás te inmutaría
Del amor te quedan recuerdos donde pensaste nada te conmovería más
Podías conversar espontáneamente con extraños
Y sabías de la frialdad e hipocresías
Sabías que lo tienes todo
Y de tu actitud ante los demás:
“Una persona buena siempre será recordada así”
Y te convencías que siempre sería así
Pero no esperaste encontrar de golpe que te dieran todo
Sin pedir nada a cambio
Y no de quien viniera
Cada gesto es antecedido por su discurso
Y te recordé el amor de la madre con  sinceridad
Y viste mi aflicción en mis palabras
Y lloraste después de mucho tiempo
Si es que en tu cultura no les está permitido llorar a las mujeres
Si es que es recordado hasta la muerte como una deshonra
Y pudiste por fin llorar
No lo supe
Pero había tocado tu corazón
Sin saber que habías recorrido todas las calles del mundo
Sin que nadie te hubiese entendido.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco




Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO