EL QUE EXPLICA EL JUICIO FINAL






Y pensé, ¿por qué tendríamos que resucitar si después de muertos iríamos al Cielo?
-inocente yo, no comprendí que el hombre quiere volver a vivir-
-inocente yo, olvidé los placeres infinitos de la carne prometidos en el Paraíso-
Porque me pensé como un espíritu entregado a una eterna sabiduría
Y porque sé que los placeres de la carne son efímeros y biológicos
Mas no pensé en el deseo de los hombres de infinitos placeres
De mujeres que no querrían renunciar a éstos
Y que la sabiduría del ser humano se resume en el sexo
Sin que tuviera importancia lo demás.
Y qué es entonces el Juicio Final sino el echar la culpa a los demás
Para que Dios solucione lo que nadie ha podido solucionar en vida
¿Mas, será un solo Dios o serán muchos Dioses?
¿Quién aparte de los Profetas puede decirnos cuál es el verdadero Libro Sagrado?
¿No he escrito en  menos de 48 años miles de páginas que podrían ser 2 Biblias?
¿No es el Escritor un Profeta cuyo privilegio es el de cuestionar?
¡Ah, Escritor que puedes escribir y estar plácido en tu soledad!
De los libros lees para encontrar miles de respuestas para una misma pregunta
¿Por qué entonces dejar de creer en lo que piense yo?
Si en mi discernimiento y conocimiento personal he sido apartado
Para escribir lo que otros no pueden escribir o no se les permite pensar
¿En qué hora de placer el hombre renunció al Por Qué, para saciar sus apetitos carnales?
Un varón sin dinero es un hombre destinado a la soledad
Y la soledad es una virtud que se manifiesta en la escritura
Y el conocimiento personal
Porque el amor se arregla, sea por conveniencia, forzado o por dote
Mas los desprendidos de la avaricia en conocimiento de las hipocresías de las mujeres
Amado en uno mismo, si no ha probado de todas las que puede
¿Cómo entonces vender su vida para tener dinero si una mujer no basta para el placer?
Una tras de otra y es solo querer
Que el amor es ingenuidad y miedo a la soledad, al silencio y al tiempo
¿No es dichoso el que ama la sabiduría y se enorgullece en ella?
Sean los hombres y mujeres que reclaman vida eterna para goces inacabables
Y sea Dios o los Dioses los culpables quienes solucionen todo esto
Porque la resurrección de la carne es solo para la carne y sus goces
Que la esperanza se acompaña de la victimización
Y siempre son los otros los culpables
¡Jamás uno!

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco






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