PARA CUANDO LLEGUE TU MOMENTO
Cuando sea el momento, recuerda siempre esto:
¡Es el momento!
No te calles nada, después, siempre para después quedan los
arrepentimientos
Y eso es algo con lo cual viven muchas personas
Porque cuando sea el momento
Debes ser consciente que eres tú y el mundo,
Después habrá mucho tiempo para que seas tú y Dios,
Ya que cuando sea el momento
Tu Voz serán todas las voces que permanecen en silencio
¿Escribimos para eso?
¿Para repetir lo que los cobardes rumiarán toda su
existencia?
Porque el momento es definitivo cada vez
Y es sagrado como los viejos rituales para cada generación,
Por ello, ¡no calles nada!
Que tu timbre de voz sea violento como la herida que es del
momento,
Esa herida debe ser escuchada
Por ti y por quienes te lean,
No todas las luchas son iguales
Ni todos los que escriben tienen los mismos móviles,
Nadie escribe igual que nadie
Pero en el Discurso, allí, en el momento, tu momento
Verás con los ojos del mundo al mundo
Y después, cuando éste haya temblado
Notarás que valió la pena, que el miedo también es bueno
para crecer,
Pero más allá de las emociones,
Debes recordar que repetirás La Palabra ya antes enunciada
¿Desde hace 10 años, 100 años, 1,000 años?
Tal vez desde que recién
esas palabras fueron vivencias conquistadas
Para que el hombre se comunique entre todas sus luchas
No solo por querer entenderse y darse a entender
Sino también para recordarnos quiénes somos
Qué es lo que esperamos de cada uno de nosotros
Y qué sueños tenemos y vamos dejando en el camino,
Algunos cumplidos, otros renunciados
Y otros siempre constantes y en brega solitaria,
Pero en el momento, cuando tengas La Palabra
Que tu Voz sea firme en tu propia forma de ser
Y para cuando el Discurso sea el que aporte
Al mirar atrás, veas que tus Palabras siguen siendo las
mismas
Más están llenas de más dificultades que enseñaste cómo
enfrentarlas,
Que no hay nada qué temer
Porque el Discurso honra a quien escucha
Y Honra al Poeta en su verdad personal
Y eso nos recuerda qué es la Poesía
Cuando el silencio gana a todos y en el callar
Rumian las personas en soledad
Porque en su momento, ¡temieron decir lo que es esperado!
Si es que la espera es generacional
Antes de alcanzar la total sabiduría
De la mano señera que apunta otros caminos
Donde anhelantes todos quieren conocer.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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