DE MUCHACHO ME DIJERON: ¡ROMPE LAS REGLAS!, PUES ESO HE HECHO





Es que no es así, Mauricio, a mí no me gusta lo que tengo que hacer todos los días
Pero es un deber asumido, como el repetir lo que me dice mi jefe
O repetir el modelo de conducta que me han asignado
Porque no tengo tiempo para meditar sobre el cómo resolver mi vida
Y sé que sería una terrible pérdida de tiempo
Porque mis respuestas no serían nunca aceptadas
Porque donde trabajo mi personalidad debe ser como me la ordenan,
Pero tú escribes todos los días y vas por la libre
Sin asimilar ningún tipo de pensamiento que no sea el tuyo
No aceptas que nadie te diga qué debes escribir o pensar
¿Sabes que me recuerdas lo que significa ser libre cuando te veo?
Qué pretendes con tantos escritos
Veo al muchacho colegial o al joven que se encerrada en las bibliotecas por décadas
Y retornaba a su casa para destrozar las máquinas de escribir que tenía
Lo has dicho casi todo lo que un hombre debe saber al menos en esta generación
Y sin embargo tu aliento sigue siendo el mismo de siempre
No bajas los brazos, no te interesa el Premio Nobel
Porque sabes que la Academia vive de la venta de armas nucleares
Y tú vas contra todo eso, vas en contra de sellos editoriales que no te pueden publicar
Porque temen por tus declaraciones, por lo que digas
Si acaso tu Discurso no se somete a nadie ni a nada
No he visto a nadie crecer tanto en soledad
¿Pretendes cambiar el mundo?
Calé mi tabaco y mientras probaba del agua de soda dije:
¡Espera que esto aún no ha empezado, se viene lo mejor!
¿Y qué es lo mejor, Mauricio?
Recordarles a las personas cómo perdieron sus vidas por un poco de dinero
Pero Mauricio, la gente debe vivir de algo
Lo sé, lo sé, pero no creo que sea de esta manera.
Y no se dijo más.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio pacheco Polanco


Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO