EL ESCRITOR, LA SOLEDAD Y, SUS MUJERES
Es que alguien debía romper ese
esquema donde se dice que los Escritores somos solitarios
Yo me he llenado de miles de
orgasmos de tantas muchachas veinteañeras
Tanto así que el mito ha sido
destruido
Vaya que pensar que el Escritor
es un tipo demasiado solitario
-que para esos años, los suicidas
de las 3 de la tarde cuando no había internet-
- de esos hombres atribulados que
quemaban sus escritos-
- de esos desdichados que
escribían para nadie cuando aún no habían redes sociales-
¿Es obligado que el Escritor solo
sea reconocido por ser un éxito en ventas?-
-Mauricio, a qué crees que se
deba que te lean más en el extranjero que aquí en Perú-
Desde el otro lado del charco hay
alguien que es entendido por un Mundo Viejo
Y sueña con vivir en esta ciudad,
donde el amor reina y todo parece ser posible
-porque conozco muy bien la
realidad universitaria-
-y por ello mismo estoy vetado,
no estoy de acuerdo con la corrupción que hay en éstas-
-muchos escritores vendieron su Discurso para ser leído en las universidades-
-yo no bebo ni me drogo ni
tampoco me quejo-
-otra cosa es que esté en contra
de la Corrupción y sepa de qué pie cojean todos aquí-
-pero igual, esta ciudad es El Paraíso-
-la soledad es muy intensa en
otras partes del mundo y aquí hay Libertad-
-no me iría a París para salir
por las ventanas de los muy reducidos departamentos-
-de esos muy reducidos
departamentos de 9 metros cuadrados-
-para por la ventana fumar mis
tabacos o-
-o haber aprendido francés para
terminar conviviendo con latinos que hablan español-
-y mira que fumo tabacos para
escribir y no sé de ciudades donde se pueda estar tan libre-
Porque suelo a veces sentarme en
los cafés y hay paz
A pesar de ver muchas marchas de
protesta
-esos discursos de revolución me
parecen tanto a una pose-
-una tradición para decir algo
que no sale de las vísceras-
-pero igual, de aquí no me muevo
que si quieren saber de mí, para eso está el Skipe-
Pero mi mundo es la soledad, el
aburrimiento y mi apuro por las muchachas
Que para hacer el amor, no es
necesario aferrarse a la muchacha de turno
Basta con saber que se será feliz
hasta lo que dure esa felicidad
Y volver a casa despeinado,
oliendo a sexo entre las calles
Lleno de sudor, con el semblante
de los que han vencido
Y que cuando salen de sus casas
como yo
Entusiasmados sabemos hay una
muchacha veinteañera dispuesta a hacerme feliz
Así esté cercano a los 50 años.
Y sin embargo escribo así con
propiedad de la soledad, las mujeres
Y La Literatura.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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