LA VOCACIÓN DEL BUEN HOMBRE







Ocurrió que lo volvió a hacer, siempre hace lo mismo
Te hablo del vendedor de tamales
Todos los domingos toca la flauta traversa para llamar a la gente
-al menos es original, ¿no crees?-
Me atormenta, es un tipo extraño, no se sabe nada de él en el barrio
Parco, misterioso y muy amable y sin familiar que se le conozca
-entonces, es un buen tipo-
Sí, llegada una edad, a las personas se les da por ser buenas personas
Pero me malogra los únicos días que tengo para descansar
-al menos ya no escribes sobre ti, Mauricio-
Bueno, el caso es que empieza con una marcha que me recuerda la segunda guerra mundial
-¿cuál, Mauricio?-
La marcha de los toreros de Bizet
-vaya, debió ser una promesa, ya no me está empezando a gustar lo que relatas, Mauricio-
Es que creo que nos lo echa en cara, ¿y dime, qué culpa tengo yo?
-bueno, al menos le comprarás sus tamales-
Eso es lo curioso, nadie se los compra y, es entonces cuando se para en la esquina
Y empieza a interpretar la ronda del arroz con leche.
-¡basta, Mauricio, me estás atormentando, creo que debes volver a escribir sobre ti!-
Es que allí no queda todavía, la gente solo guarda silencio
Y vieras que todos sabemos que vende tamales, pero nunca lo pregona
¿Tanto le cuesta decir: tamaleeeeeeees?
-pero, ¿le compran sus tamales?-
La forma de ser de las personas, no sé, hay algo que me inquieta en el proceder de éstas
Todo podría ser sencillo si…
-si todos pensaran como tú, Señor Escritor-
¿Eh?, sí, me agrada cuando te empeñas en darme la razón
Por eso estoy contigo, porque no te pareces a las demás
-¿Porque solo te doy la razón en todo?-
No, porque sabes cómo seguirle la cuerda a un hombre
-bueno y, ¿qué hay con el músico o tamalero o esa buena persona?-
Que se para un rato más y después toca una marcha fúnebre y se va
Y lo hace todos los domingos y ya va para 4 años
Mira que hasta ahora nadie sabe qué sabor tienen sus tamales
-mejor se hubiera dedicado a la música, ¿no crees?-
Cariño mío, ésa es la respuesta que está en boca de todas las personas y es para todos
¡Haberse dedicado a lo que uno le gusta!

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco


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