CAPÍTULO XXVII NOVELA: EL ÚLTIMO RITUAL






La suerte no es algo que exista, en segundos meditamos en medio de reacciones violentas, por ejemplo, en una gresca, qué podría pasar cuando vemos que el contrincante está decidido a todo en una posible pelea.
En mi caso, en esas fracciones de segundo, he recordado cómo perdí mi libertad por años y cómo fui condenado a los manicomios injustamente. Porque tener 48 años y darse de a golpes no es como cuando se tiene 13 o 14 años, no, las peleas son a muerte y eso implica tener problemas con La Ley, ser llevado a la Comisaría, perder la buena reputación, perder la libertad que uno tiene y ser llamado constantemente a declarar si es que en esa pelea, el agresor en su demanda ha quedado lesionado e inútil de por vida y, ello implique en mi caso, como inimputable, el tener que ser internado otra vez en un psiquiátrico y padecer lo que padecí durante años: dislalia, es decir, el no poder hablar para defenderme, como es la voz de un Escritor que usa el verbo para expresarse, si es que en esas fracciones de segundo he recordado cómo fui humillado por ser sindicado como loco y cómo las drogas que me inyectaban en contra de mi voluntad, me provocaron una desesperación que no podía ser calmada caminando todo el día, con la imposibilidad de poder hablar para decirle a las personas lo que me estaban haciendo.
Así que no puedes decirme que en una gresca que tú no has buscado, no pudiste controlarte antes de agredir hasta dejar lesiones irreparables a otra persona, si es que sabes bien cómo funciona La Ley en el contexto donde vives y sabes, qué consecuencias hay cuando las infringes o lesionas a algún zopenco que ya nada tiene que perder y solo busca una sin razón para sus propios intereses.
Por eso, la suerte no existe, lo que existe es la capacidad para razonar en fracciones de segundo y saber qué ocurrirá si uno está a punto de desgraciarse su vida al agredir a otra persona que desquiciada, busca pelea para así de una vez y por todas, acabar con su vida bajo condiciones que él mismo esté provocando.
El mundo es así, la gente no sabe tolerar su frustración y busca siempre a alguien con quién desquitarse de sus males y en esto, el Juez toma decisiones imparciales para equiparar las circunstancias donde se pudo haber cometido una lesión mayor que desencadenara en una persona inútil de por vida, por golpes que le dañen físicamente de manera indefinida.
Las personas violentas padecen de esa enfermedad que las hace adictas a creer que todo se soluciona a golpes o, que creen que pueden alterar el orden público, sin importarles las consecuencias, así sean padres de familia y tengan niños bajo su responsabilidad.
Este tipo de personas sí son las que deben tener tratamiento psiquiátrico para hacerles entender cuáles son  los límites dentro de una sociedad y, sobre éstas debe caer todo el peso de La Ley, para que no generen un mal ejemplo ante los demás ciudadanos, cuando sabemos que para eso está La Palabra entre personas civilizadas que forzosamente, deben entenderse con ésta, sin agredir verbalmente ni buscar la agresión física como solución animal, cuando se sabe de antemano, con mucho conocimiento que la persona a quien se le está enfrentando, ha sido internado 5 veces en un psiquiátrico por rebelde, por luchar por su libertad y por no temerle a nada.
Esas fijaciones donde las comparaciones en las que unos se sienten menos que otros son motivo de estudio para los psiquiatras. Como Escritor, he padecido muchas traiciones por parte de personas muy allegadas en quienes he confiado sin exclusión alguna, sea desde padres a hermanos y, he perdonado y tolero mi frustración, llevando una vida solitaria para evitar tener problemas  y por ende, ser muy desconfiado, sin que por ello deje de ser bueno o crea en El Bien y, sea un ejemplo como persona en el entorno donde vivo.
Así, he escrito sobre el ritual de las frustraciones y el derecho a vivir en Libertad.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco


Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO