EL A B C DE LO QUE SOMOS
Queda el silencio y la verdad
Un cigarro consumido a placer
Y una prostituta que no tarde en llegar.
Mientras pruebo de mi zumo de limonada
Leo a orates de quienes no se entiende nada
¿Son vírgenes o se escaparon de un manicomio?
Hablan tanto de la palabra entre líneas de cocaína y bebidas
-esas muchachas nunca han conocido un orgasmo verdadero-
Barullo y voces por todas partes, pero nadie quiere hacerse
entender
Porque quizá hace tiempo ya no tienen nada qué decir.
Mira que a esta fecha en la ciudad se delibera entre un
aniversario o una Mina
Entre decir quién es más arequipeño o quién es foráneo
-la mujer debe tener mi edad y estaba tirada en las afueras
del Real Plaza-
-con una mano pedía ayuda y no estaba loca ni era una
indigente-
Literalmente me pregunté por qué se quedó en la calle
O por qué no fue a La Defensoría del Pueblo.
Pruebo un poco más de mi zumo de limonada caliente
Es tan frágil la felicidad, lo mejor es quedarse callado y
esconderse
Para que nadie te vea sonriente-pero no es posible-
Inclusive uno escondido atrae la atención.
Los hermosos discursos se han perdido
La vanidad ha derrotado a las mujeres y se han quedado solas
-dos personas que dicen amarse se hacen la guerra
constantemente-
-necesitan de ello para no entrar en la monotonía-
Leo un texto donde una mujer intenta olvidar a su amor con
cientos de hombres en la cama
No sabe que su ex ya no piensa en ella,
¿Quién piensa en las ex´s cuando hay miles de mujeres para
cada uno de nosotros?
Bebo otra vez de mi jarra con zumo de limón caliente
Esos poetas se drogan y hacen pintas negando a Dios
-y no se conocen nada, a lo mucho quieren más alcohol y
drogas-
¿Un muchacho confundido los leería?
Y hay más libros publicados por mes y menos gente leyendo
Es más interesante estar con el celular en la mano que leer
a un poeta
-hace tiempo la poesía dejó de ser algo sagrado-
Es mejor cerrar por ello bien la puerta y dejar que reine el
silencio
-no sabes del interés de quien dice ser tu amigo o la
amante-
¡A esconder entonces bien el pene bien crecido!
Hay tanto infeliz que rumia sus penas
Tanta gente con ganas de echarte la culpa por su desgraciada
vida
-así no te conozcan, así estés solo de paso-
Con 3 Ave Marías todo vuelve a su cauce
Con un buen orgasmo el día está pagado
-como a ella también, en billetes-.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco
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