EL PRINCIPITO Y LAS MUCHACHAS






El Principito quería tener una amiga para conversar
Y conoció a una bella muchacha
Y platicó con ella, pero de inmediato percató que
Ella era vanidosa, superficial y sin inteligencia
Pensó entonces: ¿debo soportar a esta bella muchacha
Cuando las hay mejores para hacer el amor en las Casas de Citas?
Sin embargo El Principito anheló tener una amiga sincera
Y halló una muchacha que gustaba mucho de conversar
Y pensó que por fin su querer se había hecho realidad
Pero cuando empezó a platicar, notó que ella era fatalista
Que hablaba solo de la muerte, con un pesimismo excesivo
Y de sus palabras nada bueno salía,
Solo críticas y envidias,
Pensó entonces El Principito que ella no era la amiga indicada
Y que el placer de las muchachas de las Casas de Citas seguía siendo superior.
Tiempo después, halló El Principito a una mujer talentosa
Aguda de pensamiento y de erudita conversación
Mas a los pocos minutos entendió que su mentalidad era vil
Que solo deseaba el mal a las demás personas
Y que no tenía corazón
Por lo cual se apartó de inmediato de ella y pensó agradecido:
Las Casas de Citas no te dan muchachas que conversan
Solo muchachas que quieren hacer el amor.
Y entre las amargadas, las inteligentes pero viles
Las envidiosas y las llenas de maldad
El Principito comprendió que nunca hallaría la muchacha
Con quien pudiera hacer amistad
Pero como era un Principito, y de libertad gozaba
Adelantado en las artes el amor y las experiencias
Desestimó tener amigas, para dedicarse a ir todos los días
A las Casas de Citas, no era pues necesario buscar una amiga
Tenía a su merced una muchacha nueva para cada día
Y así, al llegar el atardecer, feliz estaba
Y feliz es, en medio de todas las muchachas que nunca maduraron.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Escritor
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco


Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO