UNA CONVERSACIÓN SINGULAR
¿Entonces lo supiste siempre?
Me reí un momento mientras
desnudo sobre la cama
Con el pene flácido, exhausto de
haber hecho el amor por varias horas
Prendía un cigarrillo mentolado y
contestaba con un: sí, siempre lo supe
Ellos mismos me comentaban sobre
ti
¿Qué?, espera, eso no lo supe
nunca
Pero todos mis amigos y yo lo
supimos siempre
¿Y no sentiste celos?
Me reí un poco más fuerte mientras
calaba al tabaco y
La contemplaba sudorosa, desnuda
sobre mi cama
Expeliendo ambos un fuerte olor a
orgasmos
Yo mismo les daba tu número de
celular para que te llamaran
Como comprenderás, no soy nada
egoísta
Me agrada comentar sobre cómo las
mujeres a las que les hago el amor
Lo hacen de igual manera con mis amigos
Son pequeñas curiosidades
¡Eres un perro!, -pero no le
afectaba en nada y le entraba al diálogo de inmediato-
¿Y qué te decían?
Bueno, algunos dieron buenas
referencias,
Otros te recomendaron a más
conocidos
Hasta hacerse una cadena de
hombres que te poseímos
Mientras ibas de apartamento en
apartamento teniendo sexo
A conocimiento de cada uno de
nosotros
¡Pero si son unos hijos de puta,
me juraron amor eterno!
Pero qué puta que es la vida,
¿no?
Allí está pues el amor eterno que
te juraron
Pero no tienes culpa en nada
Nadie te puede condenar por no
poder saber decir que no
Así que todo fue mentira
Fue placer, y eso es lo que
cuenta
Porque mis amigos al igual que
yo, sabemos reconocer tus orgasmos
Y sí, fue placer
¿Y yo la puta de todos?
Digamos que sí.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco
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