DE LAS EDADES, AFIRMACIONES Y NEGACIONES
De esas noches
cuando caminaba las calles
Cuando todo era
un silencio diferente
Y llevaba en mi
mano una grabadora portátil
Y a paso dentro
de la ciudad hablaba
Quizá por querer
tener otra técnica para escribir
Para inspirarme
dentro de personas extrañas
Tratando de ser
espontáneo para llegar a mi Remington
Y transcribir lo
que había grabado
Cuando tenía 27
años y aún no se me paraba con las mujeres
Cuando tenía
mucho qué demostrar
De esos escritos
me quedan días de gloria
De compromisos
desde los que quería salvar al mundo
Cuando era el
poeta puro, el que no tenía sexo continuo
El que leía sin
detenerse y paseaba con el libro leído por las calles
Como si ése fuera
un acto mágico, un ritual para ser reconocido como escritor
Si acaso en las
edades que nos diferencian a los varones
Hay las que se
deben sin pretextos al mundo
A las causas que
llaman y no se pueden evadir
Sobre todo si
tienes 27 años con todo lo que significa ello
¿Cómo son los 27
años para un muchacho que no sabe de mujeres?
Debo puntualizar
que es como estar en escena
Si así me sentí
muchas veces
Como si se
esperara algo de mí
En mi caminar
rápido por los años noventas
Cuando había
Dictadura en Perú
Y ser Poeta no
era cualquier cosa
Ser Poeta era ser
alguien que debía hacer valer cada palabra escrita en sus versos
Y así, mi
realidad era lo que se esperaba de las promesas
Como les pasa a
todos los que aman sus convicciones
Los que creen no
solo en lo que escriben
Sino también en
lo que dicen
Pero aún faltaba
mucho para dar el discurso
Antes de dejarlo definitivamente
Antes de ser un
hombre abocado enteramente al placer
Al disfrute de
las muchachas que saben hacernos felices
Porque escribir
era un acto sagrado
Como lo sigue
siendo hasta ahora
En cada verso, en
cada palabra, en cada recuerdo, en cada vivencia
En cada muchacha
que ha sido amada y se vuelve poesía
No sé cómo fueron
los 27 años para los demás en relación a los ideales y los escrúpulos
Si es que los
respetos por las banderas ondeadas me inspiraban la gloria
Entre un autor y
otro, entre sus luchas y mis lecturas
Entre lo que
significaba ser escritor y escribir
En el sentarse
frente a la Remington y saber que me faltaba mucho por aprender
Sin darme por enterado
que el tiempo pasaría hasta consumarme
Hasta llenarme de
momentos que permanecen en mis pensamientos
De entre todos
los destinos preferidos para escribir
Si es que las
soledades fueron muy duras
Si es que no
habían como ahora, muchachas para amar
O si es que el
miedo me derrotaba y se lo increpaba a mis padres y hermanos
Si es que en el
paso veloz en las calles, todos se abrían a los costados de mi marcha
Porque la furia
estaba dentro de mí
Y ya se sabía que
era una lucha que se libraba entre la muerte, la libertad o el suicidio
Pero mira cómo he
llegado casi a mi medio siglo de vida
Y canto como un hombre
que está agradecido
Que si fue fácil
este transcurrir
Vaya uno a saber
qué sentí en los psiquiátricos
En los encierros
obligados en mi habitación sin recibir visitas de amantes
Sin el
conocimiento del amor que es mucho decirlo ya
Que para los más
pesimistas ahora debe parecerles extraño
Y no les quito
razón, pero tener 48 años y tener amor por la vida
Cuando muchos son
resentidos o amargados
Entre mi jarra
con café frío y esta estancia poco común
Mis versos son
tan difíciles para los que bregan con derecho
Que no estoy
escribiendo en tu contra
Si es que así lo
entiendan mis lectores
Porque aún hay
una voz en medio de la noche
Donde lo que
merece ser vivido
Lo he escrito en
este momento
Para hacerles ver
que no hay edades para vencer ni para retirarse al recuerdo.
Julio Mauricio Pacheco
Polanco
Poeta
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Reservados para
Julio Mauricio Pacheco
Polanco
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