DEL HOMBRE, LA LOCURA Y LAS MUJERES
Mauricio, qué te
permite conservar la calma
Mira que el mundo
se está hundiendo más sobre sí mismo
Y es bien raro
guardar la paz donde la guerra está latente
-¡Ah, yo era un
muchacho muy complicado, quizá por eso no serví para el amor!-
Sin embargo
escribes sobre el amor siempre
¿Puedes decirnos
qué misterio hay en tu afabilidad?
-diría que el
buen sexo que me dan mis mujeres-
-¿puede algo más
apaciguar a un hombre?-
Pero llegado el
momento, los hombres nos cansamos de hacer el amor
-pues eso es algo
en que rara vez medito-
¿Y no te inquieta
ello?
-me inquieta lo
que oculta la ciudad en su arco de ingreso-
-los secretos de
los edificios de Manhattan-
-el mar cuyo
ocaso no ha sido mío-
-o el paisaje
donde decida detenerme-
Pero si eso lo has
conseguido, Mauricio
Entonces no hay
nada que me enloquezca
Y no ha sido
fácil, no ha sido fácil aprender a superar el amor
Acostumbrarse a
estar solo la mayor parte del día
A tener silencios
agradables desde donde sea feliz
El haber
encontrado a las muchachas indicadas para el sexo
Qué más podría
pedir para sentarme a escribir.
¿Ya has llegado a
concretar entonces tus metas?
-lo que suena
ahora en mis oídos es el dulce teclear de mis dedos mientras escribo-
Me gustaría estar
en tu lugar, es decir, poder tener tu pasión
Para con las
mujeres, para con tu literatura
Y para con tu
menosprecio por la locura
-menospreciar la
locura cuando tengo el conocimiento de ésta-
-controlar mi
conducta para ser dueño de mis pensamientos-
-saber qué
visualizar en mi soledad para estar en paz-
Me dicen que
tienes la buena costumbre de no leer todo lo que has escrito
-no alcanza el
tiempo entre vivir, escribir y hacer horas para releerme-
Entonces no
tienes memoria para todos tus versos
-he escrito tanto
que apenas puedo darme pausas para disfrutar del sol-
¿Recuerdas a
alguna muchacha en especial?
-no sé desde
cuando empecé a hacer poesía en forma de entrevistas-
Quizá sea una
nueva forma de hacer poesía
-si recuerdo a
alguna muchacha en especial, no, creo que no, todas fueron muy buenas-
¿Muy buenas?
-creo que sí, me
enseñaron todo lo que sé del amor, ¿estoy en deuda, no?-
Me dicen que cada
ciertas centurias vuelve a nacer un escritor con tus características
-eso no lo sabía,
¿soy quien debió escribir lo que ahora escribo?-
Digamos que no
todos superaron los rigores y que alguien sí los vencerían
Alguien debía
pasar de los 40 años y escribir como escribes
-¿y qué pasó con
los anteriores a mí?-
Se dedicaron al
alcohol, las drogas o se perdieron dentro del mundo
Algunos pasaron a
la lista de poetas malditos y se quitaron la vida
Es raro que estés
cercano a los 50 años y escribas con tantos bríos
Normalmente a tu
edad el pesimismo les ha ganado a todos
O bien se
quitaron el nombre o, dejaron de escribir
-no sé qué
decirte ante ello-
Tampoco lo
necesitas, tus búsquedas van tras la experiencia que merece la pena
-pero si soy un
hombre muy sedentario-
Ése es el óptimo:
tener un universo desde donde surja la literatura
Ya hemos leído a muchos
viajeros sin lograr nada con ello
Hay un mundo más interesante
en el recorrido interior
Cuando el
escritor revela lo que hay en su mente
Tal cual como lo
haces diariamente, cuando te sientas a escribir.
Julio Mauricio Pacheco
Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco
Polanco
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