EL HOMBRE QUE CAMINA POR LAS CALLES ERECTO

El sol es agradable como la vida misma

Me sirvo una taza con café y prendo un cigarro mentolado

Para sentarme a escribir mientras pienso en el sexo que tendré

Se preguntarán mis lectores por qué prefiero a las trabajadoras sexuales

Será porque no me han hecho de su propiedad

Porque hoy puedo estar con una y mañana con otra

Y en nada se parece esto a una relación de pareja

Porque bien, me queda tiempo para leer, escribir y, estar solo

Sin ser molestado por nadie, con el silencio y soledad que se requiere

Para dedicarse a este oficio donde dejamos nuestro aprendizaje a los lectores

Pero si soy más agudo, creo que me excito más con ellas

Porque son mujeres que nunca se enamoran

Que en los lechos parecen entregarlo todo

Y luego de haberse acabado la pasión

Donde se hizo el amor como si se amara intensamente

Como solo se hace el amor cuando se está enamorado

Queda un sabor a nostalgia donde se sabe, se pasó un buen momento

Y otra será la mujer que nos haga feliz

Si acaso el saber que ellas son de todos

Y todos somos de todas

Nos convierta en una comunidad

Nadie siente jamás celos, obsesión a la que hemos superado

Y la observamos en las personas que no han evolucionado

Te diré lector o lectora mía, que el café está muy bueno

Y mientras escribo con mi miembro viril erecto

Siento placer, como cuando camino por las calles

Ya acostumbrado a tener la verga erecta

Sin vergüenza alguna, pensando quién será la nueva muchacha a conocer

Si es que el amor en este siglo ha cambiado bastante

A tal punto que hemos entendido que tener sexo con una sola mujer aburre

Que variar es bueno

Si es que no estoy escribiendo para todos

Si es que escribo para los que no temen a la soledad y la libertad

Esos tedios donde las personas sufren y lloran por no poder ser amadas

Porque a mis 48 años no tengo en mente casarme ni tener hijos

Si acaso sé de hombres octogenarios que piensan igual que yo

Y hacemos lo mismo, es decir, no beber ni drogarnos

Ni botamos la plata en cosas tontas

Cuando hemos renunciado al mundo

Porque sabemos dónde está la vida

Si es que pocas personas saben dónde está.

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Poeta

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Julio Mauricio Pacheco Polanco