LOS LEPROSOS HACEN MEJOR EL AMOR






Por cierto, ella fue una dama muy bella e inocente
También se dice que ignoraba del amor sus excesos y la ausencia de límites cuando se le conoce
Puedo afirmar con total seguridad que no hubo malicia jamás en su corazón
¿Quién disfruta más del placer?
¿Los impotentes y las frígidas seguirán leyendo las sagradas escrituras?
¡Ah, los buenos católicos profesan su fe porque pueden pecar y confesarse!
Las piedras nunca alcanzaron a la mujer que defendió Jesús
Ella era la expresión perfecta para la belleza y los goces
Y así, rodeada de una corte de pretendientes, todos le parecieron flojos a instinto
Es bien sabido que los zopencos se llevan a las mejores
Qué linaje o ilustración puede superar al Priapo que domina los lechos
¡Oh, descubrimiento de algo espantoso y horrible de magnetismo inevitable!
¿No se movía con vigor descomunal ante sus ojos puros y vírgenes!
Quién sabe más del placer, ¿los amantes de media hora, o los que en gula mueren en el lecho?
Así, fueron felices ambos hasta llegar a entender el conocimiento
Y ella se dejó llevar por las pasiones donde nunca se sacian los orgasmos
Para ser luego 3, 4, 100, 1,000 amantes sin importar la salud entre rostros felices
Vaginas temblorosas y húmedas perpetuamente
Fenómenos de miembros viriles de hombres y animales
Grotescas formas para el placer, clímax divinos que son propiedad de Dios
Porque los leprosos hacen mejor el amor
Y nadie puede negar que poco importa que un diente más se caiga
O que en el rasgo de las uñas por la espalda de la bella dama, un trozo de carne se pierda
Los ojos apenas sin párpados solo saben pedir más
La piel llagada sangra mas nada detiene el deseo
Es tan fácil en el orgasmo hundir una mano en su vientre hasta tener en ellas las vísceras
No sé qué entiendan ustedes por felicidad o belleza
Apenas puedo repetir: los leprosos hacen mejor el amor
Y creo que son los únicos que lo conocen.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco


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