ALGUIEN DEBÍA ESCRIBIR EN NOMBRE DEL INSTINTO DE SUPERVIVENCIA






Apenas 18 años para desvanecerme sobre la cama
Para escuchar canciones tristes y preguntarme: ¿por qué me tocó a mí vivir esto?
10 años después el psiquiatra se empeñaba en repetirme que yo estaba loco
A consciencia plena del daño que me hacía, sin piedad alguna
Entre drogas que me inyectaban donde mi error fue el mundo
Drogas que me imposibilitaban hablar como las demás personas
¿Sabes lo que es la dislalia?
Yo sé qué es ver vivir a las demás personas, ser felices y hacer realidad sus metas
Entonces, por qué tenía que ser mi aprendizaje tan duro
¿No quería ser un hombre de bien como todos?
Y los electrochoques me dejaron 3 meses durmiendo y casi inconsciente
Pero 13 años después, estaría en estado vegetal y sin memoria
Siempre en contra de mi voluntad, luego de haber experimentado el escarnio
La burla, el vituperio y la deshonra en la ciudad, una humillación total
Donde era sindicado como un loco
¿No retribuye la ciudad con honores donde se sabe se cometieron errores imperdonables?
Creo que después de tanto bregar e insistir los libros llegaron solos
Hasta salir en los medios de comunicación y silenciar a los psiquiatras
Para que nunca más me repitan que estoy loco,
Y así ha pasado el tiempo, en los años de la paz y tranquilidad
Donde el respeto significó una decisión fulminante contra todos
El reclamo ante La Ley para estar presente
Y mi actitud perseverante en propósitos que muchos querrían seguir
Que si bien, no deseo ya casarme, en este recordar lo que pasé
No entiendo a las personas que dejan pasar sus mejores años
Y no son vehementes, enérgicas o determinadas para con la vida
¿No es cierto que nadie quiere vivir en vano?
¿Por qué desperdicias entonces las oportunidades que te dan?
Me dirás que la corrupción está en todas partes y no hay otra manera de salir adelante
Puedo contestarte que es porque estás rodeado de las personas equivocadas
Que hay personas que cuidan mucho sus manos del dinero negro
Y exigen respeto porque lo tenido les ha costado mucho esfuerzo.
Más bien no tomo en serio a algunas personas
No tengo la culpa de sus decisiones y problemas
Con estar presente cumplo con mi deber
Porque a todo aquel que me vea le recuerdo la constancia y la ética
La lucha diaria y la bondad como la indiferencia a quienes no merecen mi atención
Que mi mano está siempre abierta para los que creen aún en El Bien
Y esquiva para los que actúan con maldad
Entérate pues lector o lectora, mis años de gratitud vienen desde hace tiempo
Y sé que no es fácil escribir sobre ello
Que hay personas que no tienen nada qué decir y se retuercen entre sus miasmas
Que no queremos mentiras ni traiciones en nuestro entorno
Y que el mejor de los días siempre llegará para los que insisten
Así sea desde la puerta de su apartamento, con una jarra con café
Y unos cigarrillos mentolados
Entre la incertidumbre de los que aún no deliberan entre El Bien o El Mal
Entre las falsedades y los desengaños
Porque desde esos 18 años hasta esto 48 cumplidos
Muchos días fueron difíciles y créeme que fueron terribles
Pero, ¿no debía alguien escribir en nombre de la celebración de la vida?
Alguien debía hacerlo con sinceridad,  ¿no mis estimados lectores?
Alguien debía escribir en nombre del instinto de supervivencia.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco






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