EL ESCRITOR AL CUAL SE LE ENCOMENDÓ ESCRIBIR SOBRE DIOS






¡Y se renovarán las voces antes que la esperanza muera!
Volverán los poetas para escribir sobre gestas y dichas imperecederas
El hombre volverá a poner su pie donde otros han temblado
Certeras las palabras de otras preguntas alguien tendrá otra visión
Los ánimos para no repetir las tragedias de la historia se mantendrán firmes
Cuando la muchacha se reconcilie con su madre, madre será ahora ella
¡Oh, los ojos se llenarán de emociones intensas y duraderas!
Al probar de los frutos el sabor será agradable y el hombre dará las gracias
El pan que esté en la mesa será acompañado de una oración
Y en las reuniones de los hombres fuertes se apelará por la paz.
Todas las voluntades que pasaron las pruebas de los sacrificios estarán llenas de sabiduría
Y al esperar las horas del silencio, alguien cantará la canción que es sublime
En versos nuevos donde el Paraíso sea reconocido.
¿No nos preguntamos que debiera ser así?
¿Si el hombre es feliz, por qué darle guerras y muertes?
¿Qué trozo de pan sobra en tu mesa que no puedas compartirlo?
Nos hemos multiplicado hasta poblar este planeta
Por qué entonces las enemistades deben permanecer
¿No fuimos el sueño de un ser que se sentía muy solo que quería amor y nos dio vida?
Qué iras y decepciones le hemos entregado para desatar su enojo
He visto los pasos de un ángel antes de marcharse luego de haberme dicho:
Toda voluntad debe partir de las decisiones personales, Él no obliga a nada
Y en los arenales he visto el dolor de los amantes antes de decirse adiós
¿Debe durar poco el amor cuando las monedas no tienen brillo y nada valen?
Los amantes se marcharon donde no hubieran otros hombres
Y al izar una bandera con sus nombres poblaron patrias para ser felices
El ángel me dice que así debe ser siempre y que nuestro destino es estar en gracia
Y que los placeres no son malos si es que nacen del corazón
¡Erradicados entones la maldad de vuestros corazones!
Que no alcanza el tiempo para decidir entre ser dichosos y viles
Y así vi sus pasos partir antes de dejarme un espejo desde donde se ve todo el universo
Y decirme: escribe para los que aún siguen dudando
Y para los que siguen temiendo, para las solitarias y afligidas
Para quienes se cansaron de orar al amanecer
Las eternidades son decisiones donde el hombre debe saber qué le espera
¡Erradica pues desde tus escritos la ignorancia!
¡Diles que Él existe y que cada quien tiene ese propósito!
Cuál, fue mi pregunta inmediata a lo que el ángel me contestó:
El conocerle en esta vida, para estar en su gloria en los tiempos que no terminan.
Y así he escrito.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco




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