EL ESCRITOR QUE NO CESA DE ESCRIBIR






Esperar que la noche venza al día para ver mi estrella favorita
Mientras pruebo del café y mi cigarrillo mentolado
Leyendo un poema que escribí exactamente hace 10 años
Y ver que he cambiado mucho, que ya no escribo sobre los infames y viles
Que el amor no es un misterio para mí como lo fue cada 31 de diciembre
Cuando llegaba la medianoche y veía películas donde el protagonista era virgen.
Tratar de alcanzar con mis ojos la magnitud del cielo que la fuerza azul derrota
Despedir una vez más al sol y su esencia masculina
Para recibir a la luna que me habla de muchachas ansiosas de placer
Para volver sobre esos poemas donde creía que podía cambiar al mundo
Quizá fue posible ello, así era mi determinación
Tanto que quise impedir una guerra mundial a voluntad personal
¡Ah, me dirán que tanta locura junta solo puede ser sagrada y divina!
Ver entonces que hay miles de escritos desde entonces donde persevero en lo mismo
¿No es así la pasión del Escritor que se expresa cuando su corazón está lleno de vida?
Para luego voltear hacia otros años y meditar en las compensaciones
De hecho me convertí en un hombre libre
-la libertad no es un obsequio ni un regalo, es una conquista por la que se pelea-
Dirán mis lectoras que tengo el corazón duro y eso impide que me enamore
Pero aquel que ha descubierto el amor en todas las muchachas tiene otra forma de amar
Para qué obstinarme en quien solo significará algunas noches de placer
Si sé que la pasión ha de durar poco y largo ha de ser el infierno de la convivencia
No soy precisamente un hombre que controle o retenga a sus mujeres
Las dejo ir porque sé que otras aparecerán en medio de días de escritura
Y así los días benditos me dicen que la belleza es reiterativa en diferentes muchachas
Si acaso 10 años fuera mucho tiempo para derrotar lo imposible
-yo rogué por las noches un amor para que me acompañara-
-y en creces recibí el amor de cientos de muchachas-
Y así, mientras espero la estrella favorita, leo los poemas del ayer
Porque la noche será silente hasta escuchar mis pensamientos a voz viva
Mientras lata mi pecho y sienta que lo mejor ahora es perdurable.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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Julio Mauricio Pacheco Polanco



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