EL MUCHACHO, LOS LIBROS Y LAS MUCHACHAS DEL AMOR
Dejado el libro a
la mitad, el joven poeta soñó con una muchacha así
Sonriente en el
lecho mientras se dejaba amar
Con su olor freso
de 18 años y su sexo húmedo para soñar en los días de gratitud.
Volviendo a tomar
el libro, el joven muchacho quiso en ese momento amar así
Y al levantar la
vista encontró un ambiente vacío, con muchas sillas solitarias
Y pocas muchachas
para enamorar.
El joven poeta
quería escribir sobre el amor
Pero al sentarse
frente a su máquina de escribir no sabía cómo empezar
Apenas los besos
de las que se enamoraron de su ternura
Le presagiaron
cientos de muchachas en otros años para su ventura
Ventura que él
desconocía cómo era
Porque entre sus
lágrimas por querer amar
Y la renuncia por
parte de ellas al que un día sería rebelde
Y se peleara con
el mundo, alzara banderas por causas perdidas
En consenso total
acordaran hacerlo el más fuerte
Para que conociera
al ser humano y así el dolor en él fuera insoportable
Como los días de
furia, ira, cólera y de gritos
De pelea contra
todo, en soledad, escribiendo con rabia
Persistiendo en
un sueño donde no había compañera para calmar las horas insufribles
Y así, al leer a
los autores, anhelaba un amor como el de esa muchacha
Que con besos
tiernos prometía dichas y delicias al buen lector
Que terminaría
por escribir varias biblias sobre el amor en su tiempo debido
Que son pocos los
elegidos para ser el buen amante de todas las felices
Y más pocos aún
los que sobrevivieron para relatar como ahora lo hago yo
De los rostros
del orgasmo cuando en el instante de lo eterno
Nada quedó en su
memoria de los días aquellos
Donde los libros
fueron lo más cercano a las muchachas que quiso amar
Hasta aquella
tarde que cerró definitivamente éstos
Para unirse a la
causa de la ciudad, el país y el mundo
Y ser ahora el
vencedor de los que se sientan plácidos en un café para prender un cigarrillo
Haciendo hora
para hacer el amor
Con la nueva
muchacha a conocer
Como solo se
puede escribir con tanta autoridad
Cuando se trata
de la vida y sus rigores
Sus pruebas y
desafíos, cuando todo ritual ha sido honrado
Y la existencia
tiene otra sabiduría
Como fue
esperada, hace siglos.
Julio Mauricio Pacheco
Polanco
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Julio Mauricio Pacheco
Polanco
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