LOS BRAZOS QUE PARALIZARON AL TIEMPO PARA POSEER A SU AMADA






Te he escrito tanto que si el planeta fueran hojas a llenar no quedarían espacios en blanco
-piensa el buen amante mientras siente cómo la inspiración le domina-
¿Sentirás el calor de mis dedos cuando toque tu rostro que está más allá de lo que conozco?
-esa noche conocí el rostro más perfecto en la mujer y supe que nadie podría ser mejor que ella-
-los ojos de ella siguen en mi memoria, grises para la noche intensa, así es su alma, pensé-
En la oscuridad es donde conocemos los secretos de las muchachas tras ver sus ojos
-¡Ah, tercas pasiones que no terminan jamás!-
Su cuerpo desnudo está bajo mi poder y ella goza en esa entrega
Sabe bien que eso me hace feliz y ya no tengo prisas para el sexo
Apenas abro con mis brazos vigorosos el tiempo para saber que nada impedirá que sea mía ella
Los labios recorren los secretos donde ella más siente y su cuerpo está servido a mi voluntad
¿Quién podría contradecirme en las venturosas noches de los que son un solo ser?
¡Ah, qué noches serán proferidas con maldiciones cuando todo acabe!
Y así, cuando llegue la hora de marcharse, no habrá sensatez para estar calmo
Cuando el corazón se entrega solo se conoce un camino de retorno propio del infierno
Y entonces el amante rodará de mujer en mujer para saber otra vez de la dicha
Y pronunciará muchos nombres hasta olvidar a quien fue motivo de su alegría
Hasta que se perpetúe la palabra amor en cientos de lechos
De esas noches donde las muchachas le busquen para querer saber de su misterio
De las artes para amar entre la experiencia y que solo tiene voz para pedir insaciablemente más
Que los días se consumirán entre citas de hotel y horas robadas a la vida
El muchacho sigue escribiendo y sabe que nada puede detener lo que lleva adentro
-hace mucho tiempo se aproximó a los 50 años y parece no darse cuenta-
Detenido el tiempo en su pecho, ama como los jóvenes libertinos
Sabe que las mujeres le han dado el don de escribir
Que una y otra son mucha sabiduría que otros llaman numen
Que así como el músico halla goce en sus mejores composiciones
El muchacho poseído por el embrujo del amor hace tiempo  escribe
Hasta que llegue la nueva tierna muchacha que se le entregue
Para en la penetración contemplar el perfil que es negado a los demás hombres
-dicen, los que han escrito bastante, solo así se sacian los apetitos de poder en el hombre-
-que antes de la mujer todo será guerra y después de ésta, todo serán placeres-
Y así, el lecho será la superficie variable y necesariamente variable
Ante el amor del cual se sabe, no acaba, entre una y otra muchacha.

Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
Todos los Derechos Reservados para
Julio Mauricio Pacheco Polanco



Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO