Como nunca antes, en pleno confinamiento, la gente tomó consciencia que es un ser sociable por naturaleza, sea el estrato social al que perteneciera. ¿Qué fue lo que más extrañó? Pues las reuniones sociales donde se consume alcohol, drogas y, se tiene sexo promiscuo, sin temer por el contagio de ETS (enfermedades de transmisión sexual) o el SIDA. El desacato a La Ley, cuando se impuso los toques de queda o la inamovilidad social obligada, hizo que la gente extrañara hábitos de los cuales no puede desligarse. Reprogramar la conducta de las personas es algo que ha fracasado inclusive ante esta experiencia extrema donde el planeta entero aún sigue librando una dura batalla contra una pandemia en pleno rebrote mundial. ¿Egoísmo, falta de madurez, irresponsabilidad, falta de disciplina o, costumbres que vienen desde la religión católica donde Jesús multiplicó el vino en las Bodas de Canán, siendo El Profeta un hombre que hizo desde entonces apología al alcohol? Del alcohol a las drogas es un paso muy breve y, es costumbre, para socializar, beber o consumir drogas, hasta caer en una adicción que hasta el momento ningún tratamiento ha dado resultados positivos en la cura de éstas. ¿Qué motiva al ser humano a beber? ¿Miedos interiores no superados? ¿Anular su personalidad? ¿Evadirse de la realidad? ¿Permitirse ser quien no puede ser bajo contextos sobrios? ¿Autoengañarse para poseer una personalidad expansiva? El sexo está muy vinculado con el alcohol. Toda cita romántica debe estar asociada con vino, con el fin de que los amantes puedan relajarse y sentirse más espontáneos. El consumo de drogas fue más allá cuando reveló a los jóvenes que los orgasmos son más intensos con el consumo de drogas, no advirtiendo que el abuso de estas drogas genera anorgasmia en las mujeres e, impotencia en los varones, instándolos en búsqueda de drogas mayores para el incremento de su placer. ¿Los varones pueden ser sociables sin alcohol? Pues la realidad revela que no, que sus paranoias les exigen beber alcohol para tener otra personalidad que degenera en un alcoholismo donde la adicción revela un círculo vicioso del cual no se puede salir. Así, el socialismo visto desde este aporte, necesariamente tuvo que estar vinculado siempre con el alcohol y las drogas. ¿Falta de autoestima? Diría más bien, una consciencia enferma que está siempre a la defensiva y que solo puede ser liberada en todo su discurso a través de estos vicios que los convierten en inimputables ante La Ley, salvo ya hayan pasado a ser peligros comunes, por las transgresiones que se den dentro de un orden establecido que promueve estos vicios desde los medios de comunicación, la literatura, como escribí, las religiones, que en sus rituales, está el vino, y el cine como la televisión, desde los referentes juveniles que hacen apología a actitudes enfermas donde se celebra que padezcan de estas adicciones, porque eso evidencia que no se puede socializar sin estos vicios que destruyen a las personas. Toda reunión social de trabajo, está siempre relacionada con el alcohol y, toda fiesta o matrimonio, sea bautismo o entierro, de este lado del mundo, está vinculado con el alcohol y demás drogas, sea para adolescentes o adultos mayores, quienes sentencian que es una forma de reafirmar la masculinidad, cuando es bien sabido que se usan estos medios para que las comunidades gays cometan sus delitos contra los heterosexuales, hasta sodomizarlos, sean varones o mujeres, violándoseles o induciéndoles a perder su autoestima o inducirles al suicidio, luego de la pérdida de su honor, cuando, este tipo de delitos contra la libertad sexual, quedan impunes ante La Ley y la sociedad por el temor a la condena o el escarnio. Así, el ser humano fue convencido que no puede festejar un logro sin estas drogas, muy enraizadas en la intelectualidad que les da el visto bueno, siendo un pésimo referente para los académicos que les leen, esperando encontrar respuestas a sus inquietudes. Qué más reveló el confinamiento, que el alcoholismo aumentó en forma considerable por parte de personas que sobrellevaron sus cuarentenas bebiendo y tratando de una y otra forma de conseguir drogas que promueven entre sus amistades para hundirles en el infierno en que están. La razón fundamental del por qué se consume alcohol y drogas, se da en la necesidad de hablar largamente, bajo un estado de falsa lucidez, sin temer a que se les considere locos, por tener consciencia la persona que el habla que utiliza, no es académica y, ante alguien de cultura, ilustración o conocimiento mayor, pueda refutarles sus argumentos como locura, por no usar la palabra con propiedad, si es que hablamos de un diálogo donde se dé el entendimiento, si acaso, los alcohólicos y drogadictos, olvidan ello y hablan cada quien para sí mismos, sin que se dé la comunicación, cada quien desde un autismo verbal en el que normalmente saben que se hacen daño y han de terminar en una terrible depresión al día siguiente, conllevándoles a usar estas drogas como una válvula de escape que les hará retomar sus vicios sociables ante el espanto de una soledad, donde se sabe, todos beben, una gran mayoría se droga y, es requisito llevar esas costumbres, para no estar apartado de una sociedad que consume o consumió en exceso este tipo de drogas, para olvidarse por momentos, del fracaso de un sistema donde al compararse en el modelo competitivo que llevamos, se sienten nadie, ante un mundo, donde todos representan un ego que derrota unos a otros, sin importar los medios que se hayan usado para llegar a una cima donde el capital es la representación no de la sabiduría, sino, de una inteligencia que no les significó felicidad alguna, solo soberbia al momento de proclamarse como superiores ante un universo de personas que se ven ninguneadas por un sistema capitalista que planteó así un socialismo muy relacionado con la falta de amor propio, con los excesos del sexo con el alcohol y las drogas, el miedo a la soledad y, la vesania de quienes no soportan los rigores de una sociedad Capital Socialista que impuso estos hábitos que a la larga resultaron perniciosos y adictivos, en perjuicio de sus integrantes que, en los confinamientos, tomaron consciencia de sus adicciones y estuvieron dispuestos a realizar cualquier cosa en contra suya, para calmar su adicción, siendo ese el móvil que explique, por qué se transgreda a La Ley, o porque desde los confinamientos que se dan en bien de la salud de un país, las personas hayan tomado decisiones aparentemente irresponsables, cuando en realidad, este estilo de vida, viene desde hace milenios y, fue siempre el talón de Aquiles de toda civilización, para tener dominadas a las masas, bajo el poder de quien promueve en estas condiciones, un socialismo que depende de un capital, con estas condiciones desde las que se cree, el hombre debería ser feliz.
Julio Mauricio Pacheco Polanco Pensador Libre ESTE TEXTO ES DE DIVULGACIÓN LIBRE, PUEDE IMPRIMIRSE, FOTOCOPIARSE, REPRODUCIRSE, SIN SER ALTERADO O MODIFICADO Y ES DE DOMINIO Y BIEN MUNDIAL, DONDE EXIJO, SE RESPETE MI AUTORÍA, SIN REMUNERACIÓN ALGUNA.
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