No es la primera vez que soy censurado. Un día están de tu lado, según vean cómo tu discurso se acomoda a sus conveniencias, pero cuando persevera uno en su pensamiento propio, es allí cuando te censuran. Ya no puedo compartir mis escritos hasta el jueves de esta semana. ¿Cuál es el motivo de mi sanción? Decir lo que pienso y creo, a mi criterio de consciencia que se sujeta a La Ley, lo que está mal dentro de Perú. Esa es una de las razones por la que no creo en los concursos de literatura, porque te sujetan a un discurso que deberás acatar, porque te silenciarán tu discurso con un premio para decirte: ¡ya cállate!, y te darán un premio para consolarte. Imagino que debe ser igual con El Premio Nobel, porque el Escritor quiera o no, escribe sobre lo que vive y está en su entorno. Me sujeto a La Ley para no ser un transgresor, guardo confinamiento hace meses y sigo al pie de la letra los protocolos de bioseguridad, consumiendo limonadas sin azúcar y acatando lo que dicta el Gobierno sin ninguna queja. Pero no me van a callar, qué más sigue después de los electrochoques o los internamientos en los psiquiátricos, las torturas psicológicas a las cuales fui sometido por décadas, al haberme enfrentado contra mí mismo, cuestionándome si estoy loco o no, porque todo lo he vencido y, en nombre de la justicia y libertad. Y así seguiré escribiendo. De si mi postura es netamente heterosexual, eso no quiere decir que sea indiferente a cómo están destruyendo a estas generaciones que están muy perdidas y confundidas. Que si me niego a transar con la corrupción y vivir en austeridad, eso en nada medra mi credo en Dios. Así, ahora solo podré ser leído desde mi blogger sin poder compartir mis escritos en otros grupos de literatura. Deberé pensar en otra forma de dar a conocer lo que escriba, antes de perder todos mis derechos que hay dentro de la web. Un mundo que está en crisis, necesita de respuestas más que sanciones. Mira que pude bien ser una persona como cualquiera, pero yo no elegí mis vivencias y experiencias, creo que eso le ocurre a todo el mundo, así, una vez más estoy en compulsión, obligado a pelear por mi Derecho a La Libertad de Expresión, si es que a esta hora, el mundo está callado, en silencio, sin poder opinar. ¿Qué ‘será después?, ¿volver a luchar por mis Derechos Humanos? Debo aclarar que estoy en contra de la violencia y toda propuesta que promueva el desorden, que siempre he escrito que la Democracia no anduvo bien, pero que no hay otro modelo de convivencia que se ajuste a lo que somos como seres humanos, pero no van a poder callarme nunca, ya que si lo hacen, callarían al que tiene el coraje para expresar lo que otros temen decir. Esta semana será muy dura y es probable que haya cambios muy fuertes en Perú. No estoy afirmando nada, solo retrato lo que ocurre en Perú. Mi destino es ser Escritor, no me interesa la política, porque sé que la Corrupción está tan enraizada en el poder, que es imposible luchar contra ella, que pueden ponerte una pistola en la cabeza y obligarte a hacer cosas que uno no quiere hacer. Esta no es solo mi encrucijada, es la encrucijada de cada ciudadano arequipeño que lidia entre la muerte y el hambre. No hay vacuna, es una realidad y, los médicos siguen muriendo, como los policías y los hombres del ejército. Y esto no solo pasa en Perú, pasa en todo el mundo. Lo mínimo que pedimos es que no se nos traicione nuestra confianza, porque si se traiciona ésta, todo está perdido. El pueblo está a nada de alzarse y no es una expresión mía, es lo que veo en la realidad del minuto a minuto. Lo que se viene para Perú será mucho peor, mucho peor de lo que hasta el momento el Gobierno está haciendo. Es que no es solo literal el “sálvese quien pueda”, esta vez es muy sentido. La gente sigue muriendo, los científicos fracasando en su búsqueda de la vacuna masiva para todo el planeta, y la crisis económica es mundial. Sigo en confinamiento y lo haré hasta el último minuto. Solo tengo esta plataforma para expresar lo que le pasa al ser humano mientras la gente ya no sabe qué hacer para tener dinero, porque se están muriendo literalmente de hambre y tampoco tengo soluciones para ello, creo que nadie las tiene. Hoy día es el punto de inflexión, espero entienda bien eso nuestro Presidente, está en sus manos evitar un caos mayor. Deberá poner orden donde siente que ya no puede poner orden y reflexionar qué es lo mejor para todos los peruanos. Recuerde señor Presidente Martín Vizcarra Cornejo, un error suyo, será un efecto en cadena en todo el mundo, no solo en Latino América. Ruego a Dios para que tenga el discernimiento en sus decisiones, el Perú necesita estar más unido que nunca y no la estamos pasando bien, lo peor sería un Golpe Civil, una Revolución, cuando todos sabemos, no estamos en condiciones para improvisaciones en este Estado de Emergencia.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Pensador Libre y Escritor
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