EL GUARDÍAN DEL CONFÍN DEL UNIVERSO

Qué buscas buen hombre en estos parajes donde nadie antes ha llegado -era un hombre de aspecto milenario De ojos bastante grises y larga cabellera como espesa barba blanca- He partido desde el origen de los tiempos y hasta aquí he llegado. En efecto, éste es el confín del universo, Por tanto, si tu recorrido ha sido largo Nada debe serte ya extraño Y entonces, ¿qué te hizo llegar donde nadie antes ha llegado? ¿Buscas a Dios o un cielo mejor?, porque ese cielo mejor no existe Y Dios, pues Él no vive aquí Y eso lo debes saber bien porque vienes desde el origen de los tiempos. Pero tú también sabes que Él existe. Ah, sí, soy uno de ellos, también se me reveló Y por eso mismo debes saber que Él no está aquí. Sí, pero no busco ni un cielo mejor ni a Dios. ¿Buscas entonces compañía?, te diré que me gusta guardar silencio por miles de años Y normalmente mis ojos se pierden en mis ensoñaciones Deberías sentirte privilegiado, ¿no crees, buen hombre? En todo lo largo del tiempo y sus eternidades nadie llegó hasta aquí Yo soy solo el guardián cuyo destino por fin se ha cumplido Se me dio vida para este momento Así que tengo la respuesta que buscas, Venga, sentémonos frente al inconmensurable mar Y cumplamos con nuestro propósito que para eso existimos ¿Qué debo responder? El hombre contempló el paraíso que nunca acaba y sus ojos fueron tentados De perderse entre las olas del mar. Es un buen lugar para pasar la eternidad. Sí, lo es, pero solo el guardián debe vivir aquí, por ello no puedes quedarte Tu destino no es estar a mi lado por todas las eternidades. Ya recorrí todo el universo y he llegado a su confín. Sí, lo sé, pero éste no es tu lugar y me has interrumpido Mi dicha es inmedible por creatura alguna, por tanto debes entender que Debes apresurar en hacer la pregunta, pregunta que por cierto La has buscado desde que todo empezó. El hombre que lo vio todo y nada le era extraño preguntó entonces: ¿Existe el corazón? El hombre de largo cabello y barba espesa, vestido de blanco Y con un aspecto milenario respondió: Si en el confín no está la respuesta, en ningún lugar más del universo está. El hombre contempló el mar y sintió el hechizo, el deseo de quedarse allí para siempre. No, no existe el corazón. Contestó finalmente al hombre que vino Desde el origen de los tiempos y que no buscaba ni a Dios ni el cielo que no existe. Desde entonces el hombre vive allí y es el nuevo guardián del universo Había sobrevivido al tiempo desde que hubo vida Y en el confín del universo no encontró al corazón. En una tumba enterrado está ahora el hombre de barba espesa y larga cabellera blanca Mientras el hombre contemplaba hechizado el inconmensurable mar Repitiéndose a lo largo de todos los tiempos “No existe el corazón” Había encontrado la respuesta y, El lugar más hermoso del universo. Y allí se quedó para siempre. Julio Mauricio Pacheco Polanco Poeta Todos los Derechos Reservados para Julio Mauricio Pacheco Polanco

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