ROCK, SEXO Y EL DÍA DEL HOMBRE

De Julio Mauricio Pacheco Polanco noviembre 19, 2019 Supongo que es así, tomar café, fumar un cigarro, luego de haber hecho el amor, de haber eyaculado en una hora exacta dentro del condón, de saber cómo cuesta ganarse la libertad, que no deseo tener hijos y que cuando sea un anciano solitario, más solitario de lo que ya soy, esté sentado como ahora, escribiendo, sobre las muchachas a las cuales les hago el amor para ser feliz, para sentirme vivo, escuchando heavy metal o los temas de Roberto Carlos, con mujeres fogosas, con sus entrañas bien jugosas y calientes, de piel muy blanca o morenas, filosofando mientras hago el amor si acaso hay algo superior al sexo. De esos días donde vi a los demás hombres en trajes sucios, en las fábricas, meditando en silencio sobre la vida que llevaban, escuchando temas de desamor desde sus radios portátiles, metiéndole mano a las máquinas o, cargando desde carretillas, pesados fardos de casi 200 kg, para luego encontrarlos casualmente al pasar por ese cine porno que había antes aquí en Arequipa llamado: Variedades, para hacerme pensar en sus soledades, en su carencia de amor por parte de alguna muchacha sonriente y feliz, alguien que les hiciera el sexo oral o fueran muy sumisas en la cama, bellas, endemoniadamente bellas, como para jugarse la vida, pero no, eran apenas hombres solitarios que miraban carteleras de mujeres desnudas para quizá, masturbarse mientras miraban las películas, por su temor a hacerle el amor a esas muchachas que me hacen feliz, las trabajadoras sexuales o putas como tú les llamas. ¿Así que harás ello? Sí, haré campaña para desestigmatizar el oficio de ustedes, es decir, ¿es normal que ustedes deseen ser libres siempre y no pertenecer a ningún hombre y, que sientan placer con su trabajo, no? Mauricio, somos diferentes, no sentimos culpa ni eso que enloquece a las mujeres en relación al sexo y el puterío: la vergüenza. Lo sé, no son mujeres de un solo hombre. Tampoco los odiamos, solo que somos diferentes. Sí, sobre ello escribo, sobre la personalidad que tienen ustedes, ¿pero es que le cuesta mucho creer a la sociedad que tener sexo sin compromiso hace bien a la salud de la gente?, mira que para mí todas las mujeres son potencialmente hermosas y, en mi juventud era muy débil y seguía por las calles a las muchachas que me gustaban y tenía éxito, pero ahora ya no puedo hacer eso, primero porque tengo 48 años y mi discernimiento bien claro: no puedo enamorar a todas las muchachas que vea y, segundo: existe eso que se llama acoso, cosa que respeto mucho, no me parece que una muchacha al salir a la calle o en la universidad o los espacios de trabajo sea acosada, felizmente las tengo a ustedes, si eso entendieran las demás personas. Cómo lo hiciste. Qué. Eyacular en una hora exacta, tú duras horas de horas y nunca eyaculas, esta vez has eyaculado dentro del concón en la hora exacta. Ah, debe ser porque me excitó demasiado el meterte un dedo en tu orto, fue una nueva experiencia contigo, me acomodé sobre ti para contemplar mi grueso miembro viril entrar en tu vagina mientras veía cómo mi dedo entraba por tu recto sin color entre tus nalgas muy blancas, para ser más preciso, mientras te la metía y sacaba toda, con otro dedo presionaba a mi glande sobre el condón y eso me estimuló más, te diré que esta vez no te dije nada, porque cada vez que te decía que me quería venir, te venías en orgasmos y, soy muy sensible al Ph que tienes y eso me impide seguir penetrándote, aún con el condón puesto, por eso me quedaba quieto sobre ti mientras me mojabas todo con tus orgasmos, esta vez no te dije nada, porque sé que te excitas cuando estoy por alcanzar el orgasmo y te vienes de inmediato y eso les pasa a todas mis mujeres, esta vez no te dije nada, metía y sacaba toda mi verga de tu sexo mientras te metía un dedo bien adentro por tu orto y frotaba con otro dedo mi glande en silencio hasta que decidir venirme, tener el orgasmo, siempre es así con mis mujeres, cada vez que avanzo un poco más de lo no permitido, es cuando tengo mis orgasmos, lo demás, lo rutinario, le quita emoción a mis clímax. Le mostraba la foto de una trabajadora sexual suiza de ojos muy celestes mientras le decía que en Europa es normal que una mujer rubia como la mostrada en la foto fuera trabajadora sexual, que allá no hay prejuicios y pueden ser vistas como si fueran médicas o abogadas. No veo por qué aquí en Perú no pueda ser igual, es decir, que las personas entiendan que el servicio que ustedes nos brindan debe ser considerado como un trabajo más, con derecho a una pensión y seguro social, total, sin duda han salvado más de una vida con el sexo que nos brindan, no sabes lo duro que es para muchos hombres no tener a su lado una mujer que les haga el amor. ¿Entonces, Mauricio, estás de acuerdo que debe ser siempre con condón? Claro que sí. Pues escríbelo así y todos seremos felices, ¡feliz día del hombre, Mauricio! Julio Mauricio Pacheco Polanco Escritor Todos los Derechos Reservados para Julio Mauricio Pacheco Polanco

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO