YO HABLÉ CON EL MAR
Por qué debía temer al mar ante mi reclamo
¿No nací escuchando el retumbar de olas desde El Puerto Bravo de Mollendo?
¿Por las noches no se sentían el bramar de sus olas hasta donde dormía?
-el hombre de la Biblioteca me entregó 2 libros, uno de Freud y otro de Nietzsche-
-le dije que quería un libro que hablara sobre el miedo-
-él era un hombre maduro, tan maduro como lo soy ahora-
Apenas a los 17 años, luego de nunca haber conocido el miedo
Cuando era ajeno al entendimiento de las enseñanzas de Mi señor
Y entre mis pasos por la orilla bajo la sombría
Sabía que no hallaría hombre sabio ante mis preguntas
¿Qué más podía hacer un varón mancebo de 17 años sino ser digno del mar?
Solo supe de las verdaderas Musas al momento de someterlas y hacerlas mías
Todo lo escrito anteriormente respondía a interrogantes que el tiempo logró resolver
Hechizado por su color como el color de los ojos de la primera muchacha que besé
Con derecho tensé en mi vista mis reclamos al preguntarme: ¿por qué yo?
¡Ah, fui primero de mar y en el mar amé y lloré por no poder amar toda una vida frente al mar!
Y esto solo lo puede entender quien abrió los ojos al nacer y vio al mar
Así, le pregunté desde mis escritos en la orilla al inconmensurable que no cesará
¿Por qué vivimos, para qué vivimos, puede alguien decirme el por qué?
Y fue así cuando hablé con el mar
Antes de todos mis miles de escritos.
Julio Mauricio Pacheco Polanco
Poeta
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