¿CÓMO HACER QUE SE DÉ LA MENSTRUACIÓN? MANIFIESTO EN NOMBRE DE LA MENSTRUACIÓN

Desde la noche de los tiempos, cuando reinó el caos y la ignorancia, cuando el varón ignoraba que las relaciones sexuales eran necesarias para la concepción, que la mujer no era una diosa como se creía en ese entonces y, que los hijos no eran producto de algo divino, sino, de la fecundación, conocimiento que se le fue negado al varón, y de esto, han transcurrido decenas de miles de años, desde donde apenas, los textos sagrados de toda religión, apenas han podido condenar a la menstruación, sin jamás decir cómo se provoca ésta, ni por qué es un aborto inducido por la mujer y el varón, para no tener hijos, declaro en este momento de la historia, en plena pandemia del siglo XXI, lo que se mantuvo callado desde esa noche de los tiempos, desde la que la mujer calló lo que ahora revelo, en nombre de la libertad, palabra sagrada que solo pocos varones podemos enunciarla, y así, pido sea divulgado este saber que revela todo misterio que hubo en relación a la menstruación y, ningún Patriarca ni escritor, tuvo a bien por todos, esclarecer.

Siendo que la mujer cuando ovula, siendo reconocible esta ovulación en aportes femeninos, por la secreción desde la vagina, saliendo por la vulva, que es la parte visible de la vagina, un líquido pegajoso, parecido a la clara del huevo, el día más fértil, para que toda mujer quede embarazada. Nada puede hacer ni la más recalcitrante feminista ante este hecho biológico, que toda ideología extrema suya, es derrotada ante sus días de ovulación, donde sus hormonas le instan a querer tener sexo, en contra de su voluntad, así declaren a todo el planeta que no nos necesitan, que pueden vivir sin nosotros, caso en el que les doy la razón, por tener ellas un clítoris que tiene la dimensión propia  de un pene cuando se erecta y excita, que bota esperma y puede procrear, como es en el caso de las amazonas, esa raza de mujeres que  entre ellas se procrean sin necesitarnos a nosotros los varones, para solo poblar al planeta de mujeres, si es que ésta es la lucha de las feministas radicales, lesbianas desviadas que solo entre ellas pueden procrearse y anhelan desaparecernos a nosotros los varones.

Porque cuando el espermatozoide fecunda al óvulo que sale de las trompas de Falopio, luego de que el pene halla estado entre las paredes vaginales, para eyacular un esperma masculino, que luego pasará junto al óvulo femenino, a ingresar al útero, puerta de la útera, sea allí donde empiece el embrión a ser vida, si es que la mujer lo decide, a ignorancia de nuestras voluntades como varones, voluntades que ahora son reivindicadas, puesto que en todo este proceso de fecundación, el endometrio, capa mucosa que crece, hasta alcanzar un centímetro de grosor, en pleno proceso de ovulación, cuya función es acoger al cigoto una vez ocurrida la fecundación, siendo el cigoto la unión de un espermatozoide y un óvulo, puede la mujer arrancar esta capa, llamada, reitero, endometrio, de un centímetro de grosor, reitero, provocando la menstruación, el sangrado, y el aborto inducido, como el evitar resultar embarazada, siendo éste el misterio de la menstruación, lo que a lo largo de decenas de miles de años, el varón desconoció y yo, Julio Mauricio Pacheco Polanco, varón, lo esclarezco, destruyendo totalmente el discurso de las feministas que reclaman su derecho a abortar o, a las próvidas que, luchan porque las mujeres no aborten, cuando al menstruar, están abortando, si es que esto fue una norma o regla, que acabo de destruir.

La  muchacha que menstrua, ya es mujer, ya que ella con sus dedos y algunos artefactos como el espéculo, arrancan esta capa mucosa llamada endometrio, de las paredes de la Útera, ocasionando lo que conocemos como menstruación, el sangrado, misterio que acabo de esclarecer, sin agregar más nada, que todo lo que se tuvo que decir de la mujer, está dicho, y todo lo que se calló a lo largo de decenas de miles de años, hoy 28 de noviembre del 2020, en plena pandemia, lo he revelado.

 

Julio Mauricio Pacheco Polanco

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Julio Mauricio Pacheco Polanco

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