LA MADRE NATURALEZA ESTÁ SECUESTRADA




 

Donde queda el final de todo recorrido

Donde no se nos permite ingresar

El último hombre se encargó de cuidar sus territorios

Antes que él muriera

Y fue que vivió hasta esta década del 20 en el siglo XXI

Cuando ya no pudo respirar el aire donde dominaba

Y tuvo que salir en busca de nuevas tierras

A sabiendas que moriría de todas maneras

Y murió en los mundos que conocemos

Pero dejó sensores con bombas en volcanes

Para que todo aquel que ingresara en sus territorios

Pensará que la Madre Naturaleza no quiere que allí ingresemos

Porque al llegar a esos territorios

Volcanes erupcionarían, tormentas y huracanes como

Terremotos y maremotos se sucederían,

Si es que el clima enloquecería,

Entendiendo el ser humano que era la ira de la Madre Naturaleza

Que en realidad ha sido secuestrada por el último hombre

Que se pudre en nuestros territorios

Dejándonos el COVID-19.

Y por primera vez la humanidad entera está unida

Si es que escribo esto para que todos me escuchen

Y entiendan que hay otros horizontes que son nuestros

Que deben ser conquistados por nosotros

Usando nuestra propia tecnología

Para destruir esos sensores

Que se activan cada vez que queremos ir más allá de lo que se nos permitió

Porque allí está el COVID-19

Y a este virus lo estamos dominando

Con vacunas que nos harán inmunes

Y nos permitirán rescatar a La Madre Naturaleza

Que estaba secuestrada por este último hombre

Que no contó con el saber de nuestros científicos

Cada vez que nos enfrentamos a pandemias

Y vencemos, vencemos, a lo largo del tiempo,

Porque somos humanos sabios

Es cierto, con incontables errores

Pero con una cualidad que este último hombre perdió: la felicidad.

 

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Poeta Anti-Profeta

Todos los Derechos Reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

 

 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO