¿SE DIO REALMENTE LA REVOLUCIÓN SEXUAL FEMENINA?






Entender a las mujeres, decimos nosotros los varones, es una labor imposible, dado que creemos, la mentalidad de las féminas es incomprensible, y esto se da por el hecho de que no se ha desestigmatizado a la menstruación, desde hace decenas de milenios, a lo largo de todo nuestro desarrollo en todas las civilizaciones que no reivindicaron lo que significa para las mujeres menstruar. No es posible que, desde la noche de los tiempos, sea condenada  la mujer por menstruar o, se le vea mal inclusive entre ellas, por estar con ello llamado regla. Para que el amor venza, debe vencer la verdad, pero sino liberamos a la mujer de esa pesada carga que es su menstruación, donde ellas mismas de manera secreta, a lo largo de decenas de miles de años, no halló la liberación en todo intento revolucionario que bregó por su libertad sexual y, el empoderamiento de su periodo que no fue  esclarecido por nadie hasta la fecha de hoy, posiciona a la mujer en un estado de opresión que les impide vivir y disfrutar del sexo por ser éste una función normal, necesaria y saludable, que nos transporta a otra dimensión o universo, donde la felicidad se hace manifiesta y sea, esa la única forma de poder enfrentar el día a día en una realidad, donde la vida no nos agrada a nadie, salvo sea, teniendo sexo saludable sin que la mujer sea recriminada por menstruar, hasta por ellas mismas.

Lo que está escrito en este opúsculo, tiene como finalidad, no solo liberar a las mujeres de esa carga pesada que es el menstruar y, el cómo se practica, para inducir el sangrado, siendo éste un saber que se remonta hasta la noche de los tiempos y que nadie se atrevió a escribirlo.

Así, escribo en nombre de la libertad de la mujer que menstrua y considera que la menstruación es una bendición y que es natural en ella, sin tener que ser condenada ni juzgada, sea por religión alguna o, la misma sociedad.

Nada se habrá logrado si es que, en el esclarecimiento de este opúsculo, no se logre liberar a la mujer de esa pesada carga que es la menstruación y, nuestra sociedad no habrá evolucionado si en esta brega por la libertad y felicidad que son propias de cada uno de nosotros, la verdad no haya vencido, si es que este opúsculo es el punto de inflexión para una mejor sociedad, desde donde la mujer pueda menstruar sin cargar culpa alguna, siendo ella dueña de su cuerpo, en conocimiento con su pareja y, ambos puedan decidir cuando las circunstancias sean las óptimas, para formar una familia si es que lo desearan o, disfrutar tanto varones como féminas del sexo, sin tener que sentir el dedo de la sociedad acusándoles por algo natural y necesario que es la menstruación y que revelo en este escrito breve, hecho con la finalidad de revitalizar el  sexo, si es que éste reitero, nos permite ser felices, tanto a varones como a mujeres y, al darnos buen humor, salud y la visión requerida para enfrentar los rigores del día a día, donde sabemos, la vida no nos agrada, parte todo esto de la incomprensión a las féminas y su menstruación, origen de la falta de entendimiento y comprensión de nosotros los varones hacia ellas, si es que todos los manuales llenos de miles de páginas escritos para entender a las mujeres, han fracasado, porque no abordan el tema de la menstruación y por ende, LA PALABRA utilizada para la comunicación fracase, por no haberse entendido por parte nuestra, qué es la menstruación y, porqué es una bendición, cuando es inducida, si es que se autorice sin culpa alguna de manera transparente la práctica de ésta, la inducción de la menstruación, sin que sea acusada la mujer, por su legítimo derecho a ser feliz y disfrutar del sexo.

 

JULIO MAURICIO PACHECO POLANCO

ESCRITOR

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JULIO MAURICIO PACHECO POLANCO

 

 

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