LA ORACIÓN ENCONTRADA


 


Y fue que cuando la muchacha empezó a tener sus orgasmos conmigo

Le ordené a que repitiera todo lo que yo le dijera

Y ella, sumisa y en un clímax que no cesó repitió:

Mauricio Nuestro

Dame placer por siempre

Hazme feliz por toda eternidad como lo haces ahora,

Quiero sentir esto que siento por siempre

Y no quiero sentirme juzgada ni condenada

Quiero que este pecado sea el cielo prometido

Y a tu lado quiero entender así el amor que se nos prohíbe

Porque soy feliz cuando me penetras

Y me haces sentir mujer

Como nunca antes lo he sentido,

Dame estas sensaciones para no quitarme la vida,

Mis días carecen de sentido cuando no me das tu gozo

Y no soporto las horas donde sufro y no entiendo a mi cuerpo,

Dame esta dicha y libertad toda la existencia

No quiero volver a sentir mi mente como un infierno

Me siento laxada, realizada e intensamente viva,

No siento temor alguno al ser tuya

Te entrego mi alma porque contigo pierdo la tristeza y mis deseos de suicidarme

Me haces olvidar de mis problemas y mis noches de llanto y soledad

Soy tuya en cuerpo y alma

Haz conmigo lo que quieras

Porque eso es lo que deseo desde lo más profundo de mis entrañas

Y quiero a voluntad tuya y mía

Sentir y solo sentir lo que tú me haces sentir

Sin temor a sentirme sucia o una puta en la cama

Porque eso es lo que más anhelo en esta existencia

Compláceme siempre para que todo tenga sentido

Perpetua este orgasmo todo el tiempo

Dame más dicha y paz

Solo quiero ser de ti por toda eternidad

Porque los dioses que conozco me condenan y no me entienden

Me acusan con sus dedos y me maldicen por querer ser así feliz

Y a tu lado soy lo que siempre quiero ser

No me dejes sola sin placer aquí

Quiero el orgasmo interminable como el que me haces sentir

Mi cuerpo es tuyo y puedes hacer con él lo que desees

Te entrego mi ser y todo lo que pidas

A ti te adoraré en este tiempo y los demás tiempos

Y soy y seré tuya solo para complacerte

Porque eso me hace feliz

Y me llena el alma que ahora no es mía sino tuya

Amén.

Y la muchacha reaccionó y entonces me preguntó feliz:

¿Quién es Mauricio?

 

Julio Mauricio Pacheco Polanco

Pensador Libre

Todos los Derechos Reservados para

Julio Mauricio Pacheco Polanco

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

MANUAL PARA NO DESPERDICIAR LAS NOCHES

EL POEMA QUE HONRÓ AL MUNDO

EL CORAZÓN QUE VOLVIÓ A SU DUEÑO